
Después de la jornada número 20 del torneo nacional español, se han confirmado prácticamente los pronósticos previos a estos partidos, con el Barça como absoluto dominador de la liga, como bien demuestra la victoria contra el Leganés, que sobre el papel no es un rival muy duro pero que sin embargo hubiera podido dar sorpresas. El campeón de invierno, el Barcelona de Ernesto Valverde, ha empezado bien la segunda vuelta gracias al triunfo sobre el equipo pepinero, algo que ha quedado ligeramente amargado por la lesión de Ousmane Dembelé, que deberá estar fuera de los terrenos de juego 15 días. Afirmarse como campeón de invierno, de hecho, es una ventaja considerable, ya que en la mayoría de los casos es el pasaporte para ser campeón a finales de temporada, es decir, cuando se consiguen los títulos.
El Barça es el equipo con más pegada y con más concreción de toda la Liga, pese a que ya no sea la apisonadora que hacía soñar a todos por su estupendo juego en los tiempos de Pep Guardiola. Estamos hablando de un equipo más directo y más ordenado, lo que implica una menor posesión pero también un criterio táctico más conservador en algunos partidos, como demuestra el repliegue del 4-4-2 de Valverde, un técnico llamado a coger el pesado legado de Luis Enrique. Con un Lionel Messi que está que se sale y un Luis Suárez que ha recuperado su olfato goleador, los blaugranas parecen destinados a ganar de nuevo el campeonato local, algo que han conseguido en 7 ocasiones en los últimos 10 años. El dominio de los catalanes en el campeonato local, contrarrestado por las cuatro Champions League del Real Madrid en los últimos cinco años, es evidente y los resultados lo siguen confirmando. El único equipo que podría hacerle sombra al Barcelona es el Atleti de Diego Simeone, aunque los 5 puntos de distancia son bastantes para el momento. El choque directo será la mejor ocasión para los colchoneros de poder reducir la distancia e intentar hacer otra hazaña como la de hace cinco años, cuando el equipo madrileño le sacó una liga al Barça en el Camp Nou tras un empate agónico. Pero, por ahora, el campeón de invierno parece tener la intención de serlo también en primavera.




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