
A partir de esta película de origen austriaco, Tono y Mihura doblan y reconstruyen la trama a base del cambio de diálogos haciendo lo que según ellos es «una película de gracia estúpida, que es la gracia mayor de todas las gracias». Un bigote para dos replantea la vida de Johan Strauss con el humor absurdo y delirante, característico de los dos autores, haciéndole al espectador cuestionarse lo más disparatado, como si fuera Strauss el padre del chotis y las sevillanas.
La obra ha sido recuperada por los historiadores Santiago Aguilar y Felipe Cabrerizo y, aunque no es la copia original, pues quedó perdida hace siete décadas, se proyectó este jueves 9 de abril en los cines Zoco de Majadahonda. Al final de la película tuvo lugar un coloquio en el que Aguilar y Cabrerizo explicaron el proceso realizado para poder recuperar esta versión de la película y por qué Un bigote para dos promete traer de nuevo lo mejor del humor absurdo de Tono y Mihura.
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