

Pero comencemos por el origen, donde regresa este domingo por primera vez contra la camiseta de un equipo de su Madrid. En el Cerro del Espino, el delantero vuelve a verse las caras con el Atlético de Madrid, conjunto con el que tiene una «espina clavada». «El Atlético me firmó para el Juvenil B después de un año en el que hice 30 y algo goles con el Coslada. Inicié la pretemporada, pero a la mitad me lesioné. Sufrí un esguince de tobillo de grado II-III. Y al final estas canteras tienen tantísimos jugadores que me ceden al Majadahonda para que me recupere», recuerda. Sin embargo, mientras otro Rufino (Segovia) un año mayor que él debutaba con la elástica colchonera en Primera, Sánchez se veía abocado a quedarse en Majadahonda. «Ya no volví», apunta. Aunque eso le permitió jugar sus dos últimas temporadas en la División de Honor y «empezar» a sentirse futbolista.
Tras volverse a quedar a las puertas de instalarse en la cantera de un Primera División, Rufo volvió a empezar. Regresó al Ínter de Madrid en el 2010 (ya había estado en 2007) y siguió trabajando en el restaurante de su padre. «Con lo del Getafe lo iba a dejar. Pero no me importó. Lo he compaginado muchos años porque a mí me gusta», señala. En el equipo de Boadilla logró el ascenso a Tercera desde Preferente. Y luego echó a volar. Era el año 2012. «Gracias al Ínter me llegó la oferta de Asia. Allí me sentí profesional por primera vez. El nivel era más bajo, pero todo lo que rodea al fútbol es impresionante. Disfruté un montón y la experiencia me ha dado muchísimas cosas: poder vivir en países exóticos, convivir con gente muy diversa, aprender inglés…», relata. El punta enlazó siete años equipos de Filipinas y Tailandia, hasta que su mujer se quedó embarazada. «Me pidió que regresásemos a casa, así que volví a ponerme en contacto con el Ínter», dice. Y concluye: «La apuesta de la entidad granate fue importante y ahora Rufo quiere responder a esa confianza. «Entiendo que se haya hablado del tema de la edad. Hace años, yo cuando veía a un futbolista de 31 años que estaba en mi equipo pensaba: es muy veterano, está tieso. Pero el fútbol ha cambiado mucho. Somos más profesionales que antiguamente. Yo me veo físicamente súper bien, me encuentro mejor que cuando era joven. Por eso tengo tanta confianza en mí mismo», finaliza la entrevista.



