LIDIA GARCIA. Movimientos internos y nerviosismo en las filas del Partido Popular (PP) tras el cónclave celebrado en Valencia este sábado 2 de octubre (2021) y la puesta en escena entre Pablo Casado e Isabel Ayuso. Y tras el regreso a Madrid, las primeras noticias: «Pablo Casado prepara cambios en los liderazgos regionales tras la convención nacional del PP. Díaz Ayuso no podrá celebrar el congreso del PP de Madrid hasta 2022 y habrá nuevos líderes en Canarias, Cantabria, La Rioja y Extremadura», titula el periodista Juanma Lamet en El Mundo. Esto significa que el PP madrileño no podrá preparar sus equipos para las elecciones locales que se celebran en mayo 2023 hasta al menos solo 1 año antes. Y en Majadahonda hay un suspense marcado por dos acontecimientos: se prepara una nueva remodelación de funcionarios, que podría afectar a la jefatura de servicio de una importante Concejalía del Ayuntamiento, mientras el ex secretario general, Alberto San Juan, prosigue su carrera política local.

«Se repita o no la historia, en el PP de hoy han celebrado también las palabras de Isabel Díaz Ayuso, que el sábado se descartó como aspirante a la presidencia del PP y respaldó con pasión a Pablo Casado. Pero no se las terminan de creer. Conozcan o no el paralelismo de Aznar y Mancha, recelan de la estrategia de la baronesa en la batalla por liderar el PP de Madrid. En Sol quieren que el congreso se celebre cuanto antes y en Génova, que se deje para primavera de 2022, como aprobó la Junta Directiva Nacional. En todo caso, Ayuso no podría forzar un congreso antes de finales de noviembre y, probablemente, tampoco antes de que acabe el año, ya que los estatutos del PP establecen un plazo de antelación mínima de 45 días para la convocatoria ordinaria y, además, especifica que los congresos regionales «no se considerarán firmes hasta su ratificación por el Comité Ejecutivo Nacional«, cuya convocatoria depende de Génova y cuya mayoría controla Casado. Eso sí, la literalidad de los estatutos del PP apunta a que el cónclave madrileño se celebrará antes de finalizar marzo -cinco años después del congreso que aupó a Cristina Cifuentes el 18 de marzo de 2017-, para no rebasar los plazos máximos establecidos: cuatro años más uno extra por elecciones», añade el diario.

Las fechas son importantes porque Génova 13 trata de acortar el tiempo de reacción de Isabel Ayuso para formar sus nuevos equipos municipales. Y cuanto menos tiempo haya, más le obligarán a aceptar «candidaturas de unidad», que es la filosofía que siguen Pablo Casado y Teodoro García Egea «Teo» para escenificar la «cohesión» del partido. En esta situación de incertidumbre, dos alcaldes del Oeste de Madrid tienen sus «barbas a remojar», como dice el refrán: la alcaldesa de Pozuelo y el de Majadahonda, que han sido los únicos que se han pronunciado contra el liderazgo de Isabel Ayuso en el PP madrileño. Por contra, en Las Rozas el alcalde ha guardado un prudente silencio y en Boadilla nada hace pensar que a González Terol no le siga «guardando la viña» su sustituto.

Toda esta inestable situación ha provocado que los aspirantes tomen posiciones: es el caso del ex secretario general Alberto San Juan, que sigue protagonizando apariciones de carácter local. Lo hizo en la última misa de Santa Catalina con motivo de la primera procesión tras la pandemia, aprovechando la ausencia del alcalde. Y antes reuniéndose con las familias numerosas de Majadahonda, según destaca la asociación AFAN en su último boletín: «Reunión con Alberto San Juan, director general de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad de la Comunidad de Madrid. Dentro del compromiso que hemos adquirido con la Direccion General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad de mantener reuniones periódicas con el fin de diseñar una estrategia común de apoyo a la familia y la natalidad nos volvemos a reunir con Alberto San Juan. También hemos vuelto a insistir en nuestras peticiones y nos confirman que antes de final de legislatura estará operativo la renovación del título a través de la App», indica la asociación.