JULIO HERNANZ CABILLA. Jefe de servicio de obras y mantenimiento de edificios municipales del Ayuntamiento de Majadahonda, arquitecto técnico, funcionario municipal (3 de mayo 2022). Dirigido a: Sr. D. José Luis Álvarez Ustarroz. Alcalde del Ayuntamiento de Majadahonda. Asunto: Demolición de la piscina cubierta en Huerta Vieja. Apreciado Sr. alcalde: Llegados a este punto, quisiera referirme a una actuación municipal sobre un caso de cierto parecido pero con una respuesta diferente. En agosto de 2015, el incendio de un local comercial en un edificio del casco urbano (Santiago Apóstol, 4) requirió la intervención municipal para evaluar los daños estructurales sufridos y los riesgos derivados de la acción del fuego sobre el conjunto del edificio. La rápida actuación de los servicios técnicos permitió la ejecución subsidiaria de una consolidación provisional del inmueble que facilitara una evacuación más detallada, la redacción de un proyecto de ejecución y las obras de reparación necesarias. Finalmente, el edificio fue rehabilitado y sus propietarios disfrutan de su uso con total normalidad. Si en el caso que nos ocupa se hubiera actuado con la misma diligencia que entonces, es muy posible que la piscina cubierta hoy estuviera ya reparada y funcionando. Han pasado más de 6 meses desde las primeras inspecciones de los primeros informes y no se ha hecho absolutamente nada. El Ayuntamiento se cruza de brazos, tal vez esperando a que el edificio se acabe derrumbando solo.
Decía un conocido experto en cálculo estructural que los edificios tienden a no caerse. La piscina Huerta Vieja no tiene visos de comportarse de distinta manera. Es más, me atrevería a afirmar que, de acuerdo con la información que se facilita en esa documentación sobre el grado de pérdida de sección en los muestreos realizados (de 1 a 2 mm en la mayoría de las zonas que no están totalmente perforadas) y conforme al espesor de las piezas tubulares que figuran en el proyecto de construcción (20 mm), la resistencia del conjunto estructural no está en una situación de peligro inminente. De hecho, el informe de CPV afirma que en su inspección no se han detectado asientos ni deformaciones en el mismo. Y una prueba más categórica de su buena estabilidad es que esta construcción ha resistido incólume los efectos de un temporal de proporciones desmesuradas como fue la «Filomena«, sin apreciarse posteriormente efectos adversos.
Mas, volvamos al comienzo de este affaire. Resulta un tanto esperpéntico que una cuestión tan seria como la acelerada oxidación en la base de los pilares metálicos haya sido advertida en una revisión rutinaria de las instalaciones, y que esa grave patología –que es fácilmente detectable en un simple reconocimiento visual y que no se da un solo elemento sino que se extiende a varios soportes- no haya sido observada durante alguna de las inspecciones periódicas que han de hacerse para verificar el estado de las edificaciones, máxime teniendo en cuenta el ambiente altamente agresivo a que están sometido los elementos metálicos estructurales del interior de la piscina, y que esa circunstancia ya provocó la aparición del mismo problema en el pasado. En cualquier caso, y al margen de todas estas disquisiciones, tanto el informe redactado por una ingeniería externa como el emitido por el técnico municipal coinciden en su valoración, determinando que las patologías que presenta la piscina cubierta son perfectamente salvables mediante una intervención relativamente sencilla y rápida en su ejecución, y en ninguna parte de ellos se mención explícitamente, ni se da a entender de otra manera, que la situación sea tan grave ni tan extensa como para pensar en una posible demolición de todo el conjunto. Próximo capítulo: «Derribar la piscina Huerta Vieja Majadahonda es un auténtico disparate, algo que solo cabe en cabezas inconscientes o mentes llenas de fantasía» (IV)
Yo, no voy a la piscina, pero como vecino de este pueblo, me sentaré a la puerta de mi cabaña hasta ver como el cadáver de la actual corporación pasa por delante de mi choza, y de paso, el de la policia.
Luego, vendrá otra gente capaz, que trabajará por Majadahonda, espero.