MANUEL QUIROGA CLERIGO. Como parece que el virus va cediendo, ahí va un poema de ánimo. Escrito en Majadahonda, el 12 de Mayo de 2020, con impaciencia, llueve. Se titula «Amanecerá Pronto» y se encabeza con una cita del poeta venezolano Eugenio Montejo: “Hay un cercano espejo donde se ven las alas/ de pájaros que pasan”.


Manuel Quiroga Clérigo

Mary Paz, por las tardes/retorna la tristeza;
rueda por las fachadas,/se esconde en los geranios,
acumula amarguras,/va secando miradas.
Ni siquiera los prunos,/con su color de aurora
alegran los rincones/del jardín destemplado
o la intensa ternura/que rezuman los sauces
pone breve nostalgia/en las ventanas altas.
En los tiempos de furia/los afectos fenecen,
las nubes del oeste/solo contienen barro;
las calles silenciosas/se llenan de vacío
y oscuras celosías/ocultan destemplanzas.
Se están atropellando/los siglos sin aliento,
crepúsculos antiguos/con sus soles dorados,
las sutiles caricias/en las pieles amadas,
las paces conseguidas/gracias a la inocencia
o aquellas cometas/y globos de colores
volando al infinito/en los días de infancia.

Ahora llueve con ganas/y está el mundo embarrado,
los amantes sollozan/en distintos desvanes
y políticos torpes/edifican esquirlas
escondiendo dolores/que a todos nos afectan.
Pero Cervantes dijo:/”nada dura cien años”,
no hay virus suficientes/para matar la risa,
ni existe en el planeta/de pájaros y besos
veneno suficiente/para drenar los lagos.

Luego vendrá la noche/con sus luces de agosto,
el orgullo solemne/de las rojas camelias,
el fuego y el destello/que envuelve a los humanos,
esos grillos brillantes/de élitros alegres;
la clara madrugada/iluminando acequias,
el enorme contagio/del amor, las manzanas,
los largos laberintos/de prados y magnolios,
mostrando los senderos/que ahora están cerrados.

Amanecerá pronto/y saldremos de viaje
llevando en la mochila/los paracetamoles,
las gafas de buceo,/la ilusión, la concordia,
imposibles sonetos/y sueños demorados:
unos irán al norte/en busca de gaviotas,
otros al sur, al este,/a las nuevas miradas,
a los días de vino/y al amor ya sin rejas,
a labios oferentes/y cuerpos sospechados.

Se irán celebrando/las fiestas atrasadas:
Feria de Abril, octubre,/verbenas en noviembre,
intimidades varias/al calor del otoño;
los drones vigilantes/ordenarán las playas,
helicópteros blancos/lanzarán azahares;
los niños, mariposas,/las abejas de cobre
llenarán los jardines/de forma inesperada,
correrán esas fuentes/con aguas de inocencia,
ahora confinadas/en medio del silencio.
Seguramente entonces/podremos abrazarnos.

Majadahonda Magazin