Explicamos el marco normativo que rige para los portales de gambling en nuestro país, abordando desde la concesión de licencias hasta las distintas regulaciones que han de cumplir los operadores. La industria de los casinos online tiene una gran dimensión en España, dado el crecimiento desarrollado en los últimos años, cuyo horizonte no se adivina a tenor de los últimos datos oficiales de ingresos brutos GGR, que cifran en 350,69 millones de euros los obtenidos en el primer trimestre de 2024, un 11,23% más con respecto al trimestre anterior, y un 15,14% superiores al mismo trimestre de 2023 Los datos provienen de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que supervisa el juego en España y la aplicación del marco regulatorio existente, con el foco puesto en velar por la legalidad, la seguridad y la equidad en el sector.
El papel de la DGOJ
Esta Dirección General dependiente del Ministerio de Consumo se creó en 2011 ante la eclosión de los casinos y sitios de apuestas deportivas online, y es el organismo encargado de autorizar que las plataformas puedan operar en España mediante la concesión de la preceptiva licencia.
Con el objetivo de garantizarnos la seguridad y un juego justo, a la hora de elegir un casino online resulta fundamental verificar que se trata de un operador autorizado, ya que de lo contrario se corre el riesgo desde de caer en estafas hasta de que se haga un uso indebido de los datos personales aportados, algunos de ellos tan sensibles como la información financiera…
De ahí, que para obtener la autorización las plataformas que lo solicitan hayan de pasar por un proceso de escrutinio, en el que se evalúa de manera exhaustiva de qué tipo de empresa se trata, sus procedimientos de marketing y comerciales así como, muy especialmente, su compromiso y capacidades a la hora de proteger a los jugadores.
Por eso, es tan importante que los usuarios se decanten por sitios autorizados que cuenten con la correspondiente licencia. Algo que es sinónimo de confiabilidad y se puede comprobar sencillamente buscando en las webs de los casinos o sitios de apuestas el logo de juego seguro de la DGOJ.
Protección de los usuarios
Asimismo, los operadores autorizados también velan por el cumplimiento de la legislación en materia de protección de los usuarios, comenzando por la propia adopción de medidas para evitar el acceso de menores de edad.
A ello, se unen las iniciativas para fomentar un juego responsable, facilitando por ejemplo la posibilidad de limitar el gasto en las plataformas. Y también, la garantía de un juego justo, que se ofrece mediante la aportación de información precisa y transparente sobre las posibilidades de ganancia del jugador en los distintos juegos, en lo que se conoce como índice RTP o Return To Player, que por lo general se cifra entre un 95 y un 96% de los ingresos.
Autorización de juegos de azar
Un aspecto que suele pasar desapercibido para el gran público es que la homogeneidad de la oferta de los portales de gambling tiene un motivo. Nos encontramos con las mismas modalidades de juegos con escasas variaciones porque la DGOJ solo autoriza esas propuestas, que además deben de reunir una serie de requisitos específicos.
Eso no quita que las ruletas online, juegos de cartas como el blackjack y el póker o las slots pueden deparar experiencias de juego muy distintas en un casino o en otro, pero aquí ya entran en liza factores como la calidad de las distintas propuestas.
Así, por ejemplo, en las tragamonedas influye mucho la originalidad temática, la sofisticación de los gráficos, la depuración del sonido y la jugabilidad general. Mientras que en los juegos de cartas o las propias ruletas resultan determinantes la interfaz de usuario, el ritmo que tengan las partidas o la posible existencia de formatos en vivo, que permiten conectarse vía streaming a salas con crupieres reales, e interactuar tanto con ellos como con otros usuarios.
Seguridad financiera
Asimismo, la legislación vigente también es muy escrupulosa en todo lo relativo al blindaje de las transacciones financieras, necesarias tanto para la realización de depósitos como las retiradas de fondos. Y establece una serie de requisitos como la adopción de protocolos de cifrado para la securización de extremo a extremo de la operativa de pagos y cobros.
Adicionalmente, como cualquier otra organización a la que los usuarios ceden información personal, un portal de gambling ha de cumplir con la LOPD que regula la protección de datos, un ámbito que constituye uno de los principales desafíos del ecosistema online actual, que no para de redimensionarse con la aparición de nuevas tecnologías como las IA o el Internet de las Cosas, que se caracterizan por la recopilación y uso de un amplísimo volumen de datos que es necesario controlar.
Estos serían los principales vectores del marco regulatorio actual, en conjunción con las novedades introducidas en la Ley de Regulación del Juego para delimitar la publicidad y las promociones, así como reforzar el papel de los operadores para que contribuyan al juego responsable.
En último término, este es también el objetivo de un sector que no para de crecer en España (con todo lo que eso implica en la creación de empleo sin ir más lejos), ya que poder ofrecer las condiciones para una experiencia de juego segura y saludable obra también a favor de la sostenibilidad de su modelo de negocio.