
Héctor con Acho, Tala y Jorge Frutos, hoy en el Segunda B
ENRIQUE OCTAVIO. Bonito encuentro en La Oliva entre Rayo Majadahonda juvenil y Casarrubuelos por la Copa Federación que disputan los mejores equipo madrileños de División de Honor salvo Real Madrid y At. Madrid que juegan la Copa del Rey frente a UD Las Palmas y Tenerife en un curioso duelo madrileño-insular. Esta es una segunda competición que trata de dilucidar cual es el mejor equipo del “pelotón”, o lo que es lo mismo, la medalla de bronce madrileña. Y un año más el Rayo Majadahonda se encuentra entre esos 8 “grandes” del futbol español que van desde Leganés a Getafe, Rayo Vallecano, Alcorcón, el filial At. Madrileño y el Adarve.

Pedro Calvo y Manu Alcázar
Para este torneo el club ha designado como entrenador a Pedro Calvo, que es quien sustituye a Antonio Iriondo en el primer equipo de 2ª B cuando está de baja o sancionado, y este sábado contó además como delegado con Manu Alcázar, coordinador de la cantera. El resultado final fue de 1-1 con precioso gol de Hoyos, el 10º en competición oficial. Con ese punto el equipo empieza a sumar en este torneo y ya es más de lo que obtuvo en la liga de División de Honor, donde fue derrotado (2-3) por este equipo “revelación” del sur de Madrid y también filial del At. Madrid que se salvó gracias a su meteórico final de temporada.


Ventura, Héctor, Pablo, Acho y Jony Alba, que fue el míster de la G 98 en la cantera
Y más allá del bello espectáculo entre dos equipos que juegan quizás la mejor liga juvenil europea por el nivel de los clubes (dos de ellos en semifinales champion, un primera, tres segundas, un segunda b, y dos terceras) el partido registró otro bonito detalle: el debut de Héctor, tras un año de lesión, que volvía a los campos de fútbol desde mayo de 2016. El juvenil majariego, que había jugado 4 partidos amistosos con Iriondo antes de su lesión (Pinto, Rayo Vallecano, Cultural Leonesa y Gimnástica Segoviana) lo hizo sustituyendo precisamente a Richard. Fue animado constantemente por sus compañeros, técnicos y afición, recibiendo además un “regalo” honorífico que le emocionó: el capitán Acho, quizás el futbolista más regular y combativo de la temporada, le entregó durante los 5 minutos que participó en el encuentro el brazalete que él había portado durante una década. Héctor no quería recibirlo pero Acho insistió y el detalle quedó registrado como uno de los más bonitos símbolos del “fair play”, los valores humanos y la educación que trae el mundo del fútbol entre dos inseparables amigos y compañeros que han recorrido todas las categorías del Rayo Majadahonda. Un día que resultará inolvidable para todos.

Héctor volvió a los terrenos de juego con el 14, el mismo número con el que le hizo debutar Iriondo con el Segunda B




Más noticias