ALEJANDRO SALVADOR. Recogemos lo que sembramos… Existe una ley universal llamada Ley de Atracción que dice que los iguales se atraen y de ahí aquello de que el dinero llama al dinero, la miseria no trae más que miseria y la violencia engendra violencia. También sabemos que todos tenemos un determinado carácter que es el que nos hace tener una frecuencia vibratoria personal determinada. Y sabemos que al final, todo se reduce a una cuestión de vibración, como nos enseñó Albert Einstein y a menudo se nos ha dicho que si nuestra vibración es alta atraeremos a nuestras vidas experiencias estupendas y si vibramos bajo, atraeremos experiencias desagradables.


Alejandro Salvador

También nos han enseñado que el amor es el que tiene la vibración más alta y el miedo la más baja. Y que el miedo tiene 5 caras bien definidas: el enfado, la tristeza, el sufrimiento, la inseguridad y la preocupación. Y cada una de estas caras corresponde a un tipo de carácter, pues nuestro carácter está determinado por nuestras emociones. Y este carácter emocional nos indica las heridas emocionales que tiene nuestro ego, a nivel inconsciente y que son las responsables de que veamos el mundo de la manera en que lo hacemos. Por ejemplo, si tengo una herida emocional de sufrimiento, veré en la vida injusticias por todas partes y sufriré. Si tengo una herida emocional de enfado, veré en la vida, humillaciones y ofensas por todos sitios y me enfadaré continuamente. Y por eso se sabe que la Vida es como es y no como somos. La Vida es perfecta pero nosotros con nuestros egos, miedos, egoísmos, heridas… la llenamos de injusticias, humillaciones, traiciones, rechazos y abandonos…Y por eso vivimos llenos de preocupaciones, enfados, inseguridades, tristezas y sufrimientos, deprimiendo nuestro sistema inmune y exponiéndonos nosotros solos a pillar cualquier virus que se nos acerque.

Y todo esto lo hacemos sin ser conscientes de como actuamos, porque acostumbramos a ir por la vida en modo automático-reactivo en vez de en modo manual-reflexivo. Es decir, vamos de manera inconsciente en vez de hacerlo de manera plenamente consciente y esto termina por desequilibrar nuestra mente. Y mente sana, cuerpo sano. Por esta razón, cuando arrojamos a la Vida nuestras faltas de respeto, agradecimiento, tolerancia, confianza y reconocimiento y se nos olvida que siempre recogemos lo que sembramos, olvidamos igualmente que todo lo que sucede en la Naturaleza es un reflejo de nuestro mundo emocional colectivo. Y por eso se sabe que quien siembra vientos recoge tempestades. Debido a esto me pregunto: ¿qué habremos sembrado esta vez para que haya aparecido este virus? Sería muy bueno que cada uno se respondiera a sí mismo. Gracias. Puede contactar con el autor aquí.

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