JULIA BACHILLER. Dos referentes en el ámbito cultural de Majadahonda, tanto en lo profesional como en su vida personal, protagonizaron la clausura de la Feria del Libro de Majadahonda 2022 este domingo 23 de octubre, ya que ambos escritores residen en esta ciudad y su pasión por fomentar y difundir la lectura les ha llevado a colaborar estrechamente con la Biblioteca Francisco Umbral. En el caso de Paco García Novell con sus seminarios de literatura infantil y juvenil y Cristina Cerezales Laforet, hija de la legendaria escritora Carmen Laforet, a través del que fue su Club de Lectura. Para finalizar el acto, también hubo un lugar para la reivindicación. Ambos escritores reconocieron que «ojalá iniciativas como la de esta Feria del Libro vayan reproduciéndose año tras año y la cultura esté en un lugar privilegiado en Majadahonda«. A lo que Cristina Cerezales Laforet añadió: «Hace mucha falta que la cultura se promocione mucho más, esto ha sido una cosa muy bonita, pero es aislada. Yo he estado viviendo muy cerca de la biblioteca y sé que las dificultades que han tenido los distintos directores han sido inmensas, eso no puede ser». Y señaló que eso ocurre «en un pueblo tan rico, con tantos escritores, con tanta gente que le gusta leer», pero en el que lamenta que «no se le dé una importancia vital a la biblioteca, que solo haya una, o casi media, porque la mitad es Fundación Francisco Umbral, y la otra mitad para la biblioteca». Por último concluyó diciendo que esto sucede «en un pueblo con tantos habitantes y son habitantes con ganas de leer. Lola Liniers está llevando un Club de Lectura en francés y no puede conseguir los libros, eso no es posible, eso sí que es un defecto muy grande. Ojalá se subsane», palabras que recibieron un fuerte aplauso de los asistentes.

Fue García Novell quien comenzó con el planteamiento de la cuestión, que según aseguró, ya se la había suscitado a otra escritora recientemente. Todo partía de la referencia que muchos escritores reflejan en sus biografías, en las cuales dicen: «Vivo en las afueras de Madrid, no dicen Majadahonda«. Y de aquí la pregunta: «¿Imprime carácter eso de vivir en las afueras de Madrid?«. La respuesta de la escritora fue concluyente: «Me imprime sobre todo que vivo en una casa que tiene un jardín que da al Monte del Pilar, es un lugar de paz donde poder expresar las ideas que llevo dentro frente a la naturaleza. Majadahonda me ofrece toda clase de facilidades, tiene de todo. En ese sentido estoy muy satisfecha de vivir en Majadahonda«. Lea el resumen del resto del acto aquí.