JOSE Mª BABOT VIZCAÍNO. Hemos pasado una primera y fatal fase de pandemia viral y estamos, según las pésimas noticias, empezando el segundo ataque de este mortal virus. Pero no quisiera dejar pasar más tiempo sin agradecer desde Majadahonda, con toda mi alma y corazón, el esfuerzo titánico que han hecho todas las personas y fuerzas de seguridad al haberse dejado materialmente la vida en ayudas al prójimo. A los médicos y soldados, a todas las enfermeras y enfermeros, auxiliares, oficinistas y personal voluntario, a los aviadores, a todos ellos, es decir, a todos los de Tierra, Mar y Aire que se han entregado en cuerpo y alma, sin miramiento alguno, para sanar al necesitado de vida. Y a los que se me haya olvidado nombrar, por supuesto.


Babot Vizcaino

No han tenido ambiciones de ninguna clase para desarrollar su labor humanitaria, ni han pensado en las horas extras ni en las normales, dejando incluso a la familia. Sabían y saben que tenían una misión, que son portadores de esa gran misión de ayuda al prójimo. Han demostrado que su casta no es como la de los que hemos mirado, leído y apesadumbrado por lo que estaba ocurriendo. Su casta es diferente. Es una casta superior y el movimiento lo han demostrado andando, como se demuestra el mismo. Sin apenas medios para poder desarrollar el cometido que llevan dentro de su ser. Son esas personas dedicadas a los ancianos, a llevarles comida, levantan hospitales y campamentos derrochando sus sonrisas a los enfermos para que se sientan acompañados por alguien que les anima, les dan aliento y refuerzan su mal. Mientras esto ha ocurrido, y empieza a ocurrir por segunda vez, los medios audiovisuales y algunos partidos políticos, sobre todo esa izquierda que no ceja en su empeño de cambiar España, emplean tinta y más tinta en atacar al exilio voluntario de S .M. el Rey, apadrinando las caceroladas, comunistas ellas, contra esta egregia persona. Junto con las personas civiles, ya han fallecido bastantes, por no decir demasiados, guardias civiles, militares, enfermeras, médicos, etc. Y siguen al pie del cañón, a sabiendas de que están sorteando y burlando a la muerte. Y han sobrevivido y sobrevivirán a la misma tantas veces como ésta acuda.

Van con naturalidad conociendo, de antemano, que van a muy peligrosas misiones, sorteando como mejor ven la cercanía de la muerte. No miran ninguna de esas personas la clase social, ni la política, ni la económica. Su labor y su mentalidad se basa en que saben que es su cometido y obligación moral amparar al necesitado… de vida. Y además en esas dramáticas circunstancias, no negando su asistencia ni al extremista, ni al independentista, ni al de una opción política u otra. Solamente saben que han de cuidar de que esas personas, indefensas ante la vida, no la dejen. Nos han dado, con su ejemplaridad, nociones de civismo, de saber estar en los momentos angustiosos y muy difíciles. Por su patriotismo, por su dedicación, por todo y sobre todo, sirvan estas líneas para enviarles mi apoyo, gratitud, y reconocimiento. Y mis millones de gracias en nombre de todos los españoles, por toda la labor que desarrollan.

Majadahonda Magazin