«El ayuntamiento anterior a éste montó un anuncio, en plena Gran Vía, donde se colocó un cartel metálico, roñoso, que no digo que no tenga que ser así, o así lo pensó el entonces sr. alcalde. Y en un sitio en donde se mal colocaba una plataforma de músicos para determinadas fiestas lugareñas, se puede leer, con mucho cuidado y buena voluntad, la palabra «Majadahonda» aunque para descifrarlo hay que posicionarse en varios puntos».

JOSE Mª BABOT. (18 de diciembre de 2024). Anuncios de Majadahonda. En la composición del ayuntamiento anterior a éste, siendo alcalde el Sr. Ustarroz, se montó un anuncio, en plena Gran Vía de nuestra ciudad, donde se colocó un cartel metálico, roñoso, que no digo que no tenga que ser así, o así lo pensó el entonces sr. alcalde. Y en un sitio en donde se mal colocaba una plataforma de músicos para determinadas fiestas lugareñas, se puede leer, con mucho cuidado y buena voluntad, la palabra «Majadahonda» aunque para descifrarlo hay que posicionarse en varios puntos. Es de alabar la disposición del anterior alcalde, pero mirándolo bien y sin negar la evidencia, la pifió, puesto que ahí, precisamente ahí, todo el mundo sabe en qué municipio está y cómo se llama la ciudad que nos acoge y en donde vivimos. El Ayuntamiento actual, o no ha reparado en ello, (en la no necesidad para nada, de dicho anuncio), y lo erradica de ahí, puesto que todos los lugareños sabemos en donde estamos, digo yo, o se dedica a otros menesteres más necesarios para los majariegos, como por ejemplo reponer los parterres de la Gran Vía, que da pena pasear por ella y estar viendo la guarrería de que están dotados dichos parterres. O adecentar determinadas calles que están para no pasar por ellas. O recortar los setos de las viviendas que dan a las calles, etc, etc, etc. Trabajo no les faltará, solamente hay que decidirse a arreglar Majadahonda.

José Mª Babot Vizcaíno

LOS SALARIOS EN MEDICINA. Tenemos una gran paradoja los españoles, y sobre todo, los madrileños. Hasta hace relativamente poco tiempo teníamos en la Comunidad de Madrid, a una persona, a la que cariñosamente la apodan MEMA, que era uno de los azotes fuertes en las sesiones de la Asamblea. Sin embargo, a dicha persona alguien la debió ver con tan buenos ojos que la encumbró a Ministra, y nada menos que de Sanidad. Hasta aquí todo casi correcto, y digo casi, porque todo, o  casi todo lo que echaba en cara a la Sra. Presidente de la Comunidad, en parte, se la ha vuelto en contra, ya que la Oposición tiene armas para descubrir lo que se tiene más que escondido: que si un piso o casa fuera de lugar, o algo parecido, que si su esposo, creo, que si lo que pedía en las Asambleas, ahora de Ministra, no hace nada de lo que predicaba, que si patatín que si patatán… Es decir, como dicen en Cataluña, «Molt de Llenguar» (mucho de lengua), que se entiende de mil maravillas ¿no?. Ahora que puede subsanar alguno de sus múltiples errores de su época en las asambleas madrileñas, arreglando los empobrecidos salarios de los señores doctores, ahora que lo tiene en su mano ¿o no la dejan o no es capaz de nada de eso y ya se le ha ido la fuerza por la boca?.  

Mónica García (MM), ministra de Sanidad e Isabel Ayuso (PP), presidenta de la Comunidad de Madrid

ANTES SE DECÍA QUE «PASA MÁS HAMBRE QUE UN MAESTRO DE ESCUELA», y aunque este colectivo no está  fuertemente pagado, (analicemos en nuestro interior la labor de este sector que nos ha hecho personas a todos nosotros), hoy los médicos, también están por su labor, bajo mi punto de vista, muy mal pagados, pésimamente pagados, por su eterna dedicación y las veinticuatro horas del día en plena guardia. Y la llamada «MEMA», por su apodo de médico y madre, no mueve ni un solo dedo por sus compañeros, o por lo menos, no se nota ni se ve. Se la trae al pairo, o por lo menos eso parece, porque no se habla de una subida. Mantiene, tal vez peor, al personal de Sanidad, ya que están un día por otro, en continuas manifestaciones, y no de apoyo o alegría. Pedía, cuando no era ministra, a la señora presidente Ayuso que hacían falta más médicos ¿Los ha proporcionado ella ya? ¿los tiene en reserva?¿se encogen si les da el aire y por eso los tiene escondidos?. Vaya por Dios. Esta señora MEMA, es una verdadera inutilidad y abogo porque vuelva a su trabajo, que no dudo ni un minuto que lo desarrollaría con dedicación total desde ya. Y hay mucho más que hablar, y no bien, de esta señora MEMA.

«En 18 años que llevo viviendo en Majadahonda con los tres Ayuntamientos que he conocido, los dos últimos alcaldes han dado verdadera pena»

LAS YEDRAS QUE NO SE CORTAN. Esta mañana, en mis habituales paseos por Majadahonda, he caminado por mis sitios cotidianos y he comprobado que algunas de las vallas que se adornan con yedras han sido deshojadas. Sin embargo, lo han hecho con tan mala forma, que han deshojado las ramas y han dejado éstas, para que cuando pasemos los peatones, (como al ser extremadamente delgadas y de color pardo no se ven), si vas un poco ensimismado en tus cosas, el zurriagazo que te pegan en la cara es de órdago a la grande. Y si no tienes un poco de vista, esas ramas te sacan un ojo, aparte de dejarte la cara hecha un Ecce Homo. No sé si ha sido este deshoje orden del Ayuntamiento o que al leer la carta en esta revista-magazin, el que vive en esos pisos ha obrado de «motu propio», y han hecho este desaguisado. En el caso de haber dado la orden el Ayuntamiento, que al encargado de decir lo que se ha de hacer le envíe a practicar a la Escuela de Jardinería para que aprenda a podar como debe ser. Y al concejal encargado, si es que lo hay, que se le llame al orden muy severamente porque, a mi entender, lo que tiene que hacer el concejal es ir a ver el trabajo para dar el visto bueno al trabajo encomendado. Y si no lo ha hecho, si ha sido el particular, que se le llame severamente y al orden, porque ha cometido un verdadero desastre. Y después se le conmine a recortar ese ramaje traidor. Sigue sin recortar el jardín colgante de Babilonia en la calle Sorolla, amén del espesor de los jardines con yedra. En 18 años que llevo viviendo en esta localidad, con los tres Ayuntamientos que he conocido, «el Foxá», «el Ustarró», y «el Lola», los dos últimos han dado verdadera pena. El abandono de la ciudad ha sido, y es, un verdadero caos y desastre, y en ello estamos con este último, «el Lola».

Majadahonda Magazin