«La lesión moral puede ocurrir después de que alguien participe, no evite o simplemente presencie plenamente un evento que va en contra de su moral o valores. Aunque es común sentir cierta angustia después de un evento de este tipo, la lesión moral se refiere a posibles preocupaciones psicológicas, emocionales, sociales y espirituales relacionadas con la experiencia hecha y que contribuyen a producir dificultades en la vida cotidiana, como en el trabajo o la escuela y/o en las relaciones próximas.»

DR. FRANCISCO ORENGO GARCÍA. *Médico psiquiatra (Majadahonda). 30 de noviembre de 2024. Con el paso de actitudes radicales al plano de la discusión y el intercambio político, se ha establecido una práctica consistente en bombardear constantemente a la población con una mezcla de noticias falsas, medias verdades y verdades. A esta práctica perversa la conocemos desde siempre en el ámbito de la psiquiatría por el nombre de “hacer luz de gas a alguien”, de acuerdo con la extraordinaria película “Gaslight” de 1944 dirigida por George Cukor e interpretada por Ingrid Bergman (1). Todo este ataque perverso se lleva a cabo con total intencionalidad y sin necesidad alguna por esforzarse en demostrar lo que se dice, lo que se postula sobre otras personas. En esa actividad, ciertos medios de comunicación reproducen con frecuencia estos mensajes sin filtro alguno, con una clara intención sensacionalista y manipulativa. En algunos casos son los propios medios de comunicación o las agencias estatales de algunos países concretos los que generan este clima para “desinformar” al enemigo y vencerle.

Dr. Orengo García

Se trata obviamente de despistar, confundir y enajenar o volver loca a la sociedad para a continuación “caer sobre ella” instaurando un orden “por las malas” que, generalmente, es una dictadura como las que han sucedido en numerosas situaciones a lo largo de la historia humana. Desde Julio Cesar hasta nuestros días. En otras palabras, la dinámica general es la siguiente: se genera un caos enajenante creciente y a continuación se dice que solo un orden impuesto por la fuerza puede arreglarlo. En esta situación nos encontramos de manera creciente en el momento actual en el mundo. Los profesionales de la salud mental percibimos claramente como se deteriora su salud mental de la población en base a la generación de un continuo daño moral que genera psicopatologías diversas y produce un gran sufrimiento por su gran impacto sobre la salud global. Veamos a continuación en qué consisten las manifestaciones clínicas de este daño moral infringido por aquellos que generan y promueven la desinformación y la luz de gas sobre la sociedad.

LA HERIDA Y LA LESIÓN MORAL. (trasfiero aquí a continuación las directrices y comentarios sobre el tema contenidos en la Hoja informativa desarrollada por las psicólogas y el psicólogo Sonya Norman, PhD, Brandon Griffin, PhD y Shira Maguen, PhD del centro para el Trastorno de estrés postraumático (2), publicado en la revista de la International Society for Traumatic Stress Studies o ISTSS (3). LESIÓN MORAL. La lesión moral puede ocurrir después de que alguien participe, no evite o simplemente presencie plenamente un evento que va en contra de su moral o valores. Aunque es común sentir cierta angustia después de un evento de este tipo, la lesión moral se refiere a posibles preocupaciones psicológicas, emocionales, sociales y espirituales relacionadas con la experiencia hecha y que contribuyen a producir dificultades en la vida cotidiana, como en el trabajo o la escuela y/o en las relaciones próximas.

¿QUIÉN ESTÁ EN RIESGO DE SUFRIR UNA LESIÓN MORAL?. Cualquier persona que experimente un evento estresante o traumático que vaya en contra de su moral y valores profundamente arraigados puede estar en riesgo de sufrir una lesión moral. Por ejemplo: • Veteranos de guerra que hieren o matan a personas durante la guerra, especialmente si se daña a civiles o niños vulnerables. • Trabajadores de la salud que se sienten incapaces de brindar la mejor atención posible, a veces debido a políticas institucionales o recursos limitados. • Personal de primera línea de respuesta que toma decisiones de vida o muerte, con tiempo e información limitados, a menudo durante desastres o crisis como el ocurrido recientemente en la Comunidad Valenciana. • Civiles que causan o presencian daños o muertes a otras personas (por ejemplo, un conductor mata a un peatón en un accidente automovilístico).

¿CÓMO AFECTA EL DAÑO MORAL A ALGUIEN?. El daño moral puede cambiar la forma en que piensas o sientes sobre ti mismo. Las personas que sufren daño moral suelen sentir culpa, vergüenza, disgusto o ira. Otra reacción común es creer que no puedes tener perdón o que deberías ser castigado. El daño moral también puede afectar tu comportamiento. A veces, las personas se alejan de relaciones cercanas o de comunidades de amistad. Alguien con daño moral puede terminar una relación afectiva porque no cree ser digno de ser amado. Puede que la persona no busque ayuda porque no cree que merezca sentirse mejor. El daño moral también puede afectar tu trabajo, la actividad escolar u otras actividades cotidianas, especialmente si sientes que la vida carece de sentido o propósito. El daño moral puede ocurrir junto con afecciones de salud mental como el trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión, insomnio o trastornos por consumo de sustancias. Para determinar el grado de afectación, un profesional de la salud mental puede evaluar si tienes alguno de estos problemas. En algunos casos, las personas con daño moral pueden correr el riesgo de pensar en suicidarse. Si tú mismo o alguien que conoces crees que podría correr el riesgo de suicidarse, no esperes: busca ayuda de inmediato. Comunícate con la línea de ayuda para casos de suicidio y crisis (llame al número 024 del Ministerio de Sanidad / Cruz Roja si reside en España (4).

¿CÓMO PUEDO SABER SI SUFRO UN DAÑO O LESIÓN MORAL?. Un profesional de la salud mental o un médico de familia pueden ayudar a evaluar si se está sufriendo o se sufre de hecho un daño moral. No lo olvide: si sospecha que un daño moral puede estar afectándolo, puede hablar de ello con un profesional de confianza. ¿DEBERÍA RECIBIR TRATAMIENTO POR DAÑO MORAL? Puede resultar difícil hablar sobre los hechos que llevaron al daño moral. Es común preguntarse cómo reaccionará un terapeuta ante un relato de este tipo. Piense de todas maneras que los terapeutas están capacitados para aceptar y no juzgar. Tienen experiencia en brindar apoyo a personas que revelan situaciones muy preocupantes o existencialmente difíciles. Aunque el tratamiento no puede deshacer hechos que sucedieron en el pasado, puede ayudar a las personas a aceptar lo que sucedió y encontrar una manera de vivir una vida significativa y plena en el futuro. Si experimentó un hecho en el que se cruzó o le hicieron cruzar una línea roja moral y continúa sintiéndose angustiado por ello, el tratamiento puede ayudar. Comience por hablar con un proveedor de salud mental, un médico de cabecera o un consejero religioso si Vd. es practicante. Si cree que asociarse con otras personas en clubes deportivos o culturales, asociaciones políticas o sociales puede contribuir a contrarrestar los efectos de la luz de gas desinformativa reinante, anímese y dé el paso. Puede salvarle la vida.

 

 

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