MIGUEL SANCHIZ. (3 de enero de 2025). En estas Navidades de 2024/25 me he encontrado reflexionando sobre una idea que, aunque puede parecer absurda, podría tener su encanto: ¿Qué pasaría si existiera una comisión para clasificar los medios de comunicación, tal como en su momento existió para las películas? Recuerdo aquellos días en los que las películas venían con una clasificación que nos ayudaba a entender si eran aptas para todos los públicos, o si tenían contenidos que requerían cierta madurez. Algo similar podría aplicarse a los medios de comunicación, aunque la tarea no sería nada fácil y, posiblemente, un poco absurda. Imaginemos por un momento una especie de «Comisión Nacional de Clasificación Mediática«, que se encargara de etiquetar a los medios según su orientación política: izquierdas, derechas, centro, liberales, conservadores… y así sucesivamente. Cada programa de televisión, periódico y sitio web llevaría una etiqueta clara que indicara su inclinación ideológica. De esta manera, los veteranos como yo, que a menudo nos encontramos confundidos por la diversidad de opiniones, podríamos navegar con más claridad por este mar de información. Sin embargo, me doy cuenta de que esta idea, aunque divertida de imaginar, es casi imposible de implementar.
LA SUBJETIVIDAD ES INTRÍNSECA A LA INTERPRETACIÓN DE LA INFORMACIÓN Y LA OPINIÓN, y una clasificación rígida podría simplificar demasiado la realidad compleja y multifacética de los medios. Además, ¿quién tendría la autoridad para decidir estas etiquetas? La subjetividad de cada miembro de la Comisión influiría inevitablemente en las clasificaciones, lo que podría llevar a más conflictos en lugar de claridad. No obstante, es divertido especular sobre estas cosas, especialmente durante los días tranquilos del verano. A veces, estas ideas aparentemente ingenuas sirven para recordarnos la importancia de cuestionar lo que consumimos y de buscar siempre una variedad de perspectivas. En un mundo donde la información fluye rápidamente y a menudo de manera polarizada, mantener una mente abierta y crítica es más importante que nunca. Así que, mientras sigo disfrutando de este verano, seguiré compartiendo mis reflexiones, por más inusuales que sean. Al final del día, el objetivo es reflexionar y, por qué no, entretener a mis lectores con estas divagaciones de un veterano que aún tiene mucho que decir.
Ahora mismo, tal y como están las cosas, habría dos clasificaciones: Sanchistas y fascistas.
Ya han clasificado a Antena 3 como cadena fascista.
No es utópico, está pasando.