«En esta fotografía, realizada en los años 20 del siglo pasado, aparece uno de los momentos más esperados de las fiestas en aquellos tiempos, la tarde de toros, que congregaba a todo el vecindario y atraía hasta Majadahonda a multitud de forasteros procedentes de los pueblos colindantes, e incluso, de la capital y de otras poblaciones aún más distantes». La pared de atrás es la Iglesia de Santa Catalina.

JAVIER M. CALVO MARTÍNEZ. *Asociación Histórico-Cultural Cierzo. El 14 de septiembre (2025) es el día grande de las fiestas patronales de Majadahonda, que se celebran en horno al Santísimo Cristo de los Remedios. Parece que el origen de esta celebración en Majadahonda se situaría en el siglo XVIII, cuando se construyó al sur del pueblo, junto al camino que conducía a Pozuelo, una ermita en honor al Cristo del Humilladero, posteriormente denominado de los Remedios. La devoción hacia este Jesús crucificado arraigó con fuerza entre los majariegos, creándose una cofradía encargada de velar por el culto y cuidado de la imagen y su ermita, así como de impulsar obras piadosas y celebrar diversos actos religiosos a lo largo del año. De todos ellos, el más importante se hacía coincidir con el día de la Exaltación de la Cruz (14 de septiembre).

Cierzo, viento Oeste

EL ORIGEN DE LAS FIESTAS DE MAJADAHONDA. Unos días antes de esta fecha (14 de septiembre), la imagen era conducida en procesión desde su ermita hasta la iglesia parroquial, donde se celebraban diversos servicios religiosos acompañados de festejos. Terminados los días de fiesta, la imagen volvía a ser llevada a su ermita. Con el tiempo, el culto y la celebración del Cristo de los Remedios se institucionalizaron, convirtiéndose en las fiestas patronales de Majadahonda, que se han venido celebrando desde entonces al final del verano. En esta fotografía, realizada en los años 20 del siglo pasado, aparece uno de los momentos más esperados de las fiestas en aquellos tiempos, la tarde de toros, que congregaba a todo el vecindario y atraía hasta Majadahonda a multitud de forasteros procedentes de los pueblos colindantes, e incluso, de la capital y de otras poblaciones aún más distantes.

EL FESTEJO TAURINO SE CELEBRABA EN LA PLAZA PRINCIPAL, situada frente a la iglesia parroquial de Santa Catalina, que desde finales del siglo XIX recibía el nombre oficial de Plaza de la Constitución. Este espacio, en el que se situaba también el ayuntamiento, constituía el centro neurálgico de las fiestas patronales, siendo también el lugar en el que se desarrollaban los bailes con orquesta, otro de los platos fuertes de las fiestas. Como podemos ver en la fotografía, el recinto para la lidia se acotaba con carros, tablones y talanqueras, que eran ocupados masivamente por los asistentes para ver las faenas que realizaban modestos toreros y maletillas contratados por el Ayuntamiento. Además de la lidia, se soltaban toros y vaquillas para que los mozos se lucieran con carreras, recortes y pases improvisados, no faltando los sustos y sobresaltos que provocaban las caídas y revolcones ocasionados por las embestidas de los animales.

UNO DE LOS ELEMENTOS MÁS CELEBRADOS ERA EL DENOMINADO “CARRO DE LA RISA”, consistente en un carro de dos ruedas que se dejaba en el centro de la plaza para que los mozos pudieran ponerse a salvo del toro. En función del número de personas que subían al carro, este se balanceaba de un lado a otro, basculando sobre su propio eje como si fuera un columpio, con el riesgo que suponía quedar del lado caído frente al astado, lo que generaba todo tipo de situaciones cómicas, no exentas de riesgo, que el público celebraba con risas y algarabía. En la fotografía podemos apreciar también el aspecto que ofrecía hace un siglo la fachada norte de la iglesia de Santa Catalina Mártir, con el pórtico original que daba acceso al templo, sustituido durante los trabajos de reconstrucción desarrollados por el organismo Regiones Devastadas tras la guerra.

«En la Asociación Cierzo entendemos que el patrimonio histórico y cultural forma parte de nuestra historia, pero también de nuestro presente».

LA ASOCIACIÓN HISTÓRICO-CULTURAL CIERZO: VIENTO DEL OESTE. La Asociación Histórico-Cultural Cierzo se crea en el verano de 2012 con el objetivo principal de divulgar el conocimiento y puesta en valor del patrimonio histórico y cultural,  así como de promover su cuidado y preservación, todo ello desde un planteamiento científico, objetivo y neutral. En la Asociación Cierzo entendemos que el patrimonio histórico y cultural forma parte de nuestra historia, pero también de nuestro presente. Son muchas las huellas y vestigios del pasado que han aguantado el paso del tiempo y que, por tanto, merecen un respeto y consideración. También consideramos muy importante la conservación y puesta en valor de los entornos, tanto naturales como urbanos, en los que estos restos se encuentran integrados.

PARA FOMENTAR EL CUIDADO Y CONOCIMIENTO DE TODO ESTE PATRIMONIO, así como para posibilitar una adecuada interpretación del mismo, la Asociación Cierzo facilita, tanto a particulares como a entidades públicas o privadas, la preparación, promoción y realización de programas, proyectos y todo tipo de actividades divulgativas, tanto a nivel social, como educativo. Con todo ello nos gustaría que cada vez más personas puedan conocer el rico patrimonio histórico y cultural que nos rodea, aprendiendo así a valorarlo y disfrutarlo. Nos gustaría que este proyecto sea algo dinámico y participativo, por lo que agradecemos vuestros comentarios, sugerencias o cualquier otra forma de colaboración. Si deseas más información o quieres contactar con nosotros, puedes escribirnos a: info@asociacioncierzo.net. O llamarnos al teléfono 630748470.

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