JULIA BACHILLER. La Federación de Enseñanza del sindicato U.S.O (FEUSO) organizó este mes de febrero de 2019 un desayuno de trabajo con el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael Van Grieken, al que acudieron trabajadores de centros ordinarios y centros de Educación Especial públicos, concertados y privados. Esta reunión estuvo motivada por la alerta del sindicato ante el posible cierre de los colegios de Educación Especial, tal y como puede advertirse en una nota de prensa del sindicato, que arremete contra una «Iniciativa Popular» y otra de Podemos que pretende incluir a los alumnos de educación especial en la educación ordinaria para favorecer su «inclusión social». Sin embargo, los afectados lo ven de otra manera. Entre los asistentes merece la pena destacar la presencia de dos vecinas de Majadahonda, María Ángeles Espartal y Teresa Valencia, madre e hija, que ante el consejero de la Comunidad y demás asistentes relataron su testimonio de lo que fue el paso de la educación ordinaria a la especial. En las imágenes recogidas en un vídeo difundido por FEUSO con sus intervenciones, destaca ese relato de una madre con una hija con necesidades especiales, en un principio no detectadas, que toma la decisión de cambiarla de centro al verla sometida a “depresiones y acoso escolar”. La mejora en la calidad de vida de ambas les mueve a concluir: “todo mi apoyo a la educación especial”.


Teresa Valencia relató a los presentes en su intervención las dificultades sufridas en su antiguo centro: “no tiraba la toalla, estudiaba muchísimo, aunque me costaba”. También detalló las difíciles relaciones con los compañeros de su edad, los cuales define con la siguiente frase: “Estaba sola porque los de mi edad me decían: tienes una discapacidad mental«. Y haciendo referencia a lo que le dijo su madre ante la situación por la que estaba pasando, desveló: “No aguanto más, no es vida”. Por eso, en cuanto cambió de centro escolar percibió una mejor atencion y trato: “la diferencia que ha habido entre este colegio y el otro es que este último merece mucho la pena”. Su nuevo centro escolar es el CEE Virgen de Lourdes, reconocido en Majadahonda por su labor y cuyos alumnos hicieron prácticas el pasado año en diversas dependencias del Ayuntamiento, según el convenio que la concejal Fátima Núñez firmó con el centro. El resultado fue una gran acogida por parte de los funcionarios en las diversas Concejalías, donde dejaron un grato recuerdo. En el acto donde intervino esta madre e hija de Majadahonda se escucharon otros testimonios y propuestas de docentes de otros centros, todos resaltando la importancia de que sigan existiendo estos colegios de Educación Especial.

USO defiende la libertad de elección de centros

FEUSO (nota de prensa): “En la Comunidad de Madrid se están tramitando dos proposiciones de ley que, bajo el argumento de promover la escolarización inclusiva en el ámbito de la educación no universitaria, lo que pretenden es eliminar los colegios de Educación Especial (centros educativos específicos para alumnos con necesidades especiales asociadas a un determinado tipo de discapacidad). Se trata de la Proposición de Ley 17/2017 Iniciativa Legislativa Popular y de Ayuntamientos de medidas prioritarias para la promoción de la escolarización inclusiva en el ámbito de la educación no universitaria en la Comunidad de Madrid y a la Proposición de Ley 2/2018 del Grupo Parlamentario Podemos para la equidad y educación inclusiva. Pretenden, como criterio general, que todo el alumnado sea escolarizado en centros ordinarios, estableciéndose una sola modalidad de escolarización, propugnando la desaparición de los centros de Educación Especial”. A lo que añade que, ante la alarma creada entre las familias usuarias de estos centros y el futuro de los puestos de trabajo de los docentes en estas escuelas, han iniciado una campaña de recogida de apoyos que ha sido un gran éxito, superando las 125.000 firmas en dos meses”.

Un comunicado en el que exigen «Permitir la convivencia de Educación Inclusiva y Educación Especial, puesto que ambas son necesarias para la adecuada atención especializada a los niños con discapacidad, según sus necesidades. Dar voz a todas las personas con discapacidad, sus familias, docentes, etc. para garantizar la igualdad de oportunidades para su inclusión real en la sociedad. Que los centros educativos cuenten con ratios adecuadas a las necesidades específicas del alumnado, en todas las modalidades de escolarización, a fin de garantizar una educación de calidad y su inclusión social. Garantizar la correcta distribución de los recursos públicos y alcanzar la calidad educativa en las diferentes modalidades de atención a la diversidad para que la libertad de elección de los padres sea real y efectiva”. Leer más.

Majadahonda Magazin