LUIS SUAREZ MACHOTA. Amigo/a: Hoy es un gran día, un feliz día. Por fin, el BOE reflejará que esta España democrática dejará de rendir tributo al dictador que la mantuvo atada bajo su puño de hierro. Quien se levantó contra el régimen legalmente constituido, que triunfo a través de la guerra civil más sangrienta de la historia moderna de Europa, que amordazó a la ciudadanía y murió ordenando ejecutar cinco penas de muerte, no podía seguir teniendo una tumba levantada y cuidada (con cargo al presupuesto) por el estado democrático español. Era un mancha turbia en esta España moderna que se define en su constitución como un estado social de derecho. Hoy es un día feliz para los que luchamos contra aquel régimen opresivo. También para los que atemorizados y silenciados no lo hicieron, no pudieron o no supieron hacerlo, ya que por la más mínima expresión pública de disidencia peligraba el trabajo o tenías que soportar represalias en forma de multas, palizas, extrañamientos o años de cárcel.

También es un feliz día para los españoles que por su edad no vivieron aquel régimen que nació fascista y cambió camaleónicamente para adaptarse al contexto internacional, pero nunca dejó de ser dictatorial, autoritario y liberticida. Estás generaciones encontrarían la causa y la génesis de muchas de las lacras y vicios de nuestra democracia actual con echar una mirada retrospectiva sobre la España franquista. Nuestra endémica corrupción, nuestro caciquismo y el nepotismo (el enchufismo, el clientelismo) de muchas de las instituciones y estructuras sociales españolas sin duda tuvieron en el franquismo su mejor caldo de cultivo y su mejor correa de transmisión histórica. Hoy el BOE, por fin, acabará con un símbolo: con la tumba de honor en un mausoleo construido con sangre y sudor de nuestro cruel dictador. Murió en su cama, pero se mantuvo con una férrea represión. En mi vida universitaria tuve unos ocho estados de excepción, con palizas, encarcelamientos, multas, y muertes de amigos conocidos y otros desconocidos, pero todos luchadores «obreros y estudiantes». Por ello, !enhorabuena a todas y todos los demócratas! ¡Hoy brindemos por la libertad!.

JOSE MARIA BABOT VIZCAINO. Sobre el Valle de los Caídos, el pérfido, indecente, mentiroso, hipócrita y traidor de Pedro Sánchez, embaucado por el altramuz y de extremísima izquierda de Podemos, Pablo Manuel Iglesias, han pactado. Mejor dicho, el segundo le ha pasado factura por coadyuvar a sentarse en la poltrona que el primero, por su valía, no ha podido ganar con los votos de la ciudadanía española. Y ha dado el paso decisivo y traidor de exhumar al que fuera en otrora el Caudillo de España. Si este profanador de tumbas quiere y desea, por el odio que anida su corazón y su alma –si es que tiene ambas cosas– desarmar y aniquilar lo que el Generalísimo Franco hizo por y para los españoles, que destruya todo lo que hizo para los españoles: que derribe los pantanos, que aniquile la Seguridad Social, que anule la pensión por jubilación y viudedad, las escuelas públicas gratuitas, las escuelas de formación profesional, el sueldo mínimo interprofesional, la garantía de compensación económica para despidos improcedentes, el Estatuto de los Trabajadores, las viviendas sociales que levantó, la empresa de Telefónica, las empresas para protección e integración de personas con minusvalías, etc, etc, etc..

Lávate las manos Pedro, que las tienes manchadas de traición al habérsela dado a los independentista para que te apoyen. Lávate las manos Pedro, que las tienes manchadas de sangre después de habérselas dado a los asesinos etarras para que te apoyen. Lávate las manos Pedro, porque huelen a traición y felonía, a sinvergüenza y ambicioso, a mentiroso. Lávate las manos Judas y recibe las monedas. Únete al grito de «arderéis como en el 36» que fue el grito de guerra que se oyó en Madrid desde el entorno de Podemos y su planteamiento del laicismo más radical. Y para terminar, escribo unos versos, referente a la bandera española, que a las personas decentes nos pone el vello de punta: la bandera roja y gualda, es el guión de tu raza, es la enseña de tu pueblo y es el color de tu patria. Porque te juro, amigo mío, ¡que la bandera es España!.