
Tuvimos estudios que muestran que el dentífrico libre de SLS ayuda y otros estudios que no encontraron ningún beneficio, lo cual dio origen a una controversia considerable. Por eso, lanzaron el estudio más grande realizado hasta la fecha: 90 pacientes, con el mismo número de úlceras y de episodios de úlceras. Pero la duración de las aftas y la puntuación promedio de dolor fue significativamente menor cuando usaron el dentífrico libre de SLS. Así que, cambiar a un dentífrico libre de SLS puede no reducir el número de aftas que contraes, pero puede permitir que sanen más rápido y que sean menos dolorosas. Así que, sí, el lauril sulfato de sodio puede dar una impresión de limpieza un bocado de espuma «se siente más limpio». Pero, puede haber un inconveniente, al reducirse potencialmente la barrera protectora de nuestra mucosa bucal, probablemente debido a la rotura de los enlaces que mantienen unidas a nuestras células, lo que a veces causa descamación, ulceraciones e inflamación al secar la capa de mucosa protectora que recubre nuestra boca y nos hace más vulnerables a los agentes irritantes.
Pero un momento, ¿cómo explicaron que su estudio encontró un problema, pero el último estudio, no? El equipo de investigación sugiere que podría ser un asunto de raza. ¿Cómo? Bien, explican que a los coreanos les encanta su comida picante, y que, tal vez, eso marca la diferencia. En cualquier caso, si tienes aftas o no, podrías querer probar un dentífrico sin SLS para ver si, en tu caso, hace diferencia. Pero un dentífrico sin SLS puede tener otros detergentes, el más común suele ser la cocamidopropil betaína (CAPB). ¿Es mejor? Bien, un equipo de investigación suizo tomó nueve dentífricos: Colgate, Crest, Oral-B, Sensodyne, etc., y gotearon cada dentífrico sobre células recién tomadas de encías humanas, de personas a quienes se les habían extraído las cordales y, luego, se usó la tinción de células vivas y células muertas. Básicamente, se tiñen todas las células de verde y, entonces, se agrega un tinte rojo que cubre el verde, pero solo sobre las células muertas, porque las células vivas expulsan activamente el colorante rojo. Entonces, las células vivas permanecen verdes, pero las muertas se vuelven rojas. Veamos si puedes adivinar si Colgate contiene SLS. Todas son rojas, todas están muertas. ¿Qué sucede con Crest? La mayoría de color rojo, la mayoría muertas. Pero, adivina si Sensodyne contiene SLS. Todas verdes, todas vivas. Y de hecho, en su lugar, contiene el detergente CAPB. ¿Qué sucede con Oral-B? ¿Contiene SLS o no? En comparación con éste, este o éste otro parece bien evidente cuál es cuál.
Pero, eso es en una placa de Petri. ¿Esto se traduce en un verdadero daño en el tejido de las personas? Consideremos este estudio doble ciego cruzado que compara dentífricos que contienen SLS con los que contienen CAPB. Cuarenta y dos reacciones descamativas, que significan reacciones de descamación del tejido, tras cuatro días de usar un dentífrico con SLS, en contacto con las encías durante 4 minutos, en comparación con solo tres reacciones tras usar el dentífrico con el detergente sustituto. Y no hubo tales reacciones al utilizar el mismo dentífrico, pero, sin ningún detergente en absoluto, ni SLS ni CAPB. ¿Cómo se traduce esto en términos de frecuencia de aftas? ¿Qué sucedería con un estudio aleatorio doble ciego cruzado para investigar los efectos de los dentífricos que contienen SLS frente a los que contienen CAPB y los que no contienen ningún detergente en absoluto? Se encontró una frecuencia significativamente mayor de aftas cuando los pacientes se cepillaron con el dentífrico que contenía SLS que con el dentífrico sin SLS. Por lo tanto, sugieren que se le recomiende a los pacientes con aftas recurrentes un dentífrico libre de SLS. Pero, descubrieron algo más que eso.
Sí, el dentífrico con SLS fue el peor, pero el que no contenía espumantes, el libre de detergentes, los superó a ambos. El dentífrico libre de SLS y CAPB causó significativamente menos úlceras que el libre de SLS, con el detergente alternativo CAPB, el cual, a su vez, causó significativamente menos úlceras que el que contenía SLS. Por lo tanto, la gran mayoría de los pacientes con aftas recurrentes se beneficiarían al cambiar de un dentífrico normal a uno sin espumantes, pero la mayoría se beneficiaría simplemente evitando el SLS. Pero si tu dentífrico no contiene lauril sulfato de sodio, ¿funcionará también? No estoy hablando sólo de la impresión de limpieza, sino del efecto real sobre la placa y la gingivitis. Sí, el SLS puede matar a nuestras células, pero también elimina las bacterias; así que, ¿no podría funcionar también el dentífrico libre de SLS? No lo sabíamos, hasta ahora. Y resulta que el dentífrico libre de SLS funcionó igual de bien, con respecto a la reducción de la gingivitis y la placa, y, por lo tanto, se le puede recomendar a quienes tienen aftas recurrentes, ya que lauril sulfato de sodio puede empeorar las cosas, al desintegrar la capa de mucosa protectora y penetrar finalmente en las capas más profundas del revestimiento de nuestras bocas, donde la función del tejido vivo puede verse comprometida.
Sin embargo, las personas echaron de menos la espuma. Aunque, hay un beneficio adicional al escoger un dentífrico libre de SLS. El SLS también penetra en nuestra lengua e interfiere con los mecanismos internos de nuestras células receptoras del gusto. El lauril sulfato de sodio es el responsable del «efecto de zumo de naranja», que es ese sabor extraño del cítrico justo después de cepillarte. Evidentemente, es el SLS el que está estropeando tus células receptoras del gusto. *La traducción y edición de este contenido ha sido realizada por Patricia Susial y Viviana Garcia. Considera ser voluntario/a para ayudar en la página web del Dr. Greger.







Dr. Greger gran artículo que expone, me pareció muy interesante. Pero tengo una duda, donde se encuentra el último estudio realizado en Korea? Me podría ayudar con un link porfavor