Fernando ValdésLIDIA GARCIA. «A Constitutional Justice of the Peace, arrested because the alleged perpetrator of against the law of gender violence» («Un Juez de Paz del Tribunal Constitucional, detenido como presunto autor contra la ley de violencia de género», titula el periodista Bhavi Mandalia en el periódico Pledge Times de la India. «Spagna: arrestato il giudice della Corte costituzionale Valdés per presunta violenza di genere», añade la Agencia Nova de Italia. Son solo dos ejemplos del eco internacional que ha encontrado este caso inusual entre la judicatura española. Además, tres articulistas han valorado el asunto: Arcadi Espada (El Mundo), José Antich (El Nacional de Cataluña, ex director de La Vanguardia) y Alfonso Villagómez (El Correo Gallego): JOSÉ ANTICH. La detención del magistrado del Tribunal Constitucional, Fernando Valdés, en su domicilio de Majadahonda, en las proximidades de Madrid, por presunta violencia de género de la que habría sido víctima su esposa en la madrugada después de una discusión, es una noticia inquietante. Que la Fiscalía no haya presentado ningún cargo ni haya pedido ninguna medida cautelar y que la magistrada del juzgado de instrucción número 7 del municipio lo haya dejado en libertad por su avanzada edad de 75 años es una noticia sorprendente. Y que el Tribunal Constitucional haya salido con una nota apelando a la presunción de inocencia «mientras continúa el procedimiento judicial» es una noticia que tiene la apariencia de un comunicado corporativo en un tema tan delicado como la violencia de género.


José Antich

El magistrado Fernando Valdés, miembro del Constitucional a propuesta del PSOE, disfruta de aforamiento por su cargo en el TC. No es ésta una cuestión menor ya que su detención por parte de la Guardia Civil sólo podría haberse llevado a cabo de acuerdo con la legislación vigente si se estaba produciendo un delito flagrante. Durante toda la jornada una gran opacidad informativa se ha producido sobre el caso, en parte comprensible por el mal terrible que supone para un Tribunal Constitucional cuestionado en muchas de sus decisiones. El hecho de que coincida en el tiempo con la fuga del rey emérito a un destino aún no confirmado, presumiblemente sería ahora en Nueva Zelanda, por la gravedad de los casos de corrupción que se han ido conociendo, hace un daño enorme a la «marca España», que no deja de recibir noticias preocupantes que amplifican su descrédito. Las apelaciones del Tribunal Constitucional a la presunción de inocencia del magistrado del TC tendrían más fuerza si la institución gozara del prestigio de la que carece. Sobre todo, porque el Constitucional ha pisado, según muchos juristas, derechos fundamentales básicos en los últimos tiempos y se han echado de menos estas apelaciones a la presunción de inocencia cuando no se ha tratado de uno de los suyos.

Arcadi Espada

ARCADI ESPADA. El Mundo por dentro: Todo de muy alto nivel. Este magistrado del Tribunal Constitucional, presunta víctima de la ley y sobre todo de la moral que contribuyó decisivamente a promulgar, es el protagonista de un párrafo inmortal en el periódico: «La detención, adelantada por El Español, se ha producido tras la denuncia de vecinos de la vivienda en la localidad madrileña de Majadahonda que alertaron a la Guardia Civil ante lo que consideraron que era una discusión de alto nivel». Lecciones de perriodismo: Cómo saber si una información está podría«.


A. Villagómez

ALFONSO VILLAGÓMEZ. ¿Maltrato? ¿Violencia ? ¿Exceso? La detención del magistrado del Tribunal Constitucional, Fernando Valdés dal Re, es sorprendente e indignante. No por el supuesto delito que motivó la intervención de la Guardia civil, sino por la forma y consecuencias de esta intervención. A resultas de la confirmación de los hechos, parece que se produjo una discusión en el domicilio del magistrado en la que participaron su esposa y él mismo. Unos muchachos, sobre las 18.30 horas, que oyeron unos gritos que provenían de la terraza del chalé del juez, corren raudos a llamar al Cuartel de la Guardia Civil de Majadahonda, que detiene a Valdés cuando descansaba en su domicilio. Conducido a aquellas dependencias se le toma declaración y ante su indisposición –padece una grave enfermedad respiratoria– es trasladado al hospital de Puerta de Hierro en donde pasa la noche. Al día siguiente es puesto a disposición de la juez que decreta su puesta en libertad. No hay denuncia, ni parte de lesiones, ni la mujer del magistrado ha denunciado así nada. A la sorpresa por tan insólita intervención de la Guardia Civil se une la indignación porque deberían saber esos agentes de Majadahonda, con una sargento a la cabeza, que ningún juez puede ser detenido salvo en el caso flagrante delito. Es decir, cuando el delito que se estuviere cometiendo o se acabara de cometer cuando el delincuente sea sorprendido. *Doctor en Derecho por la USC. Fue letrado del Tribunal Constitucional y asesor del Defensor del Pueblo. También formó parte del Gabinete del Ministerio de Justicia entre los años 2004 y 2008

 

Majadahonda Magazin