Edith, una joven de 16 años que estuvo ingresada en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, cuenta su experiencia

MARIANA BENITO. «Las aulas hospitalarias permiten a los estudiantes ingresados continuar con su educación, motivándoles a seguir aprendiendo y ayudándoles a normalizar su situación. Y esta labor docente repercute de manera positiva en la salud mental del alumnado, pues el trabajo en el aula les ayuda a evadirse de la situación que les toca vivir. “Valoro mi paso por el hospital desde una perspectiva muy buena y me ha encantado asistir a las clases. Me ha ayudado a recuperar la esperanza y las ganas que había perdido en los estudios, y me encantaría haber pasado más tiempo”, escribió Edith, una joven de 16 años que estuvo ingresada en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) en una carta de despedida». La periodista Lucía García López, redactora de la web «Educación tres punto cero», ha tenido acceso a este carta de la joven paciente internada en Majadahonda. Y ha publicado un artículo este mes de abril (2023) en el que explica como se desarrollan esas clases en el hospital.


«Tanto docentes como familiares coinciden en la importancia de que los menores asistan al aula para seguir con sus estudios y conseguir un punto de ‘normalidad’ en su día a día. “Tras el shock inicial, es una tranquilidad para los padres y madres de estos niños enfermos saber que existen alternativas y recursos que ayudan a esta normalidad y a esta continuidad académica siempre que las circunstancias lo permitan. Les ayuda incluso a conservar esa parte social que desaparece como consecuencia de la hospitalización”, apunta Antonia Martínez, responsable del Departamento Psicoeducativo de la Asociación Infantil Oncológica de Madrid (ASION). ¿Qué pasa cuando un menor enferma y tiene que permanecer una larga temporada ingresado en un hospital?. ¿Pierde el curso académico?. ¿Su rendimiento escolar se ve comprometido?. La periodista responde a estas preguntas: «Gracias a la existencia de las aulas hospitalarias, estos menores pueden continuar con su rutina académica a pesar de su difícil situación personal.

En España, prácticamente todos los hospitales que cuentan con área pediátrica disponen de, al menos, una de ellas. Por ejemplo, en el Hospital del Niño Jesús de Madrid existen 17 aulas hospitalarias para cada especialidad médica: atenciones de corta estancia pediátricas, de larga estancia como oncología, psiquiatría, daño cerebral adquirido, traumatología, cirugía… Todas ellas están pensadas tanto para estudiantes de Secundaria y Primaria, como de Infantil. Miguel Pérez, director del CPEE de este hospital y especialista en Pedagogía Terapéutica, explica que trabajan con unos 1.400 menores al año, aproximadamente».

Además, según recoge la National Association for the Welfare of Children in Hospital (Asociación Nacional para el Bienestar de los Niños en Hospitales), es importante que el rol que desempeña el profesorado en las aulas hospitalarias se sustente en los siguientes puntos: «proporcionar a los estudiantes una estimulación y unos lazos reconocibles con su vida normal; ayudarles a disminuir el estrés hospitalario; explicarles cuáles son las normas y actividades del hospital, y ayudarles a que logren ciertas competencias manteniendo su avance académico», concluye el reportaje.

 

Majadahonda Magazin