LIDIA GARCIA. El artista majariego Isidro Blasco (Madrid, 59 años), hijo de los conocidos escultores radicados en Majadahonda, Arcadio Blasco (Mutxamel, Alicante, 1928-Madrid, 2013) y Carmen Perujo, ha vuelto a casa tras 25 años en Nueva York (Estados Unidos). «Después de un cuarto de siglo viviendo en Estados Unidos, Isidro tenía el propósito de volver a sus raíces para levantar una fundación dedicada a Arcadio, un artista perteneciente a la generación de Canogar, Genovés o Lucio Muñoz –con todos ellos y muchos otros mantuvo una relación de amistad e intercambió obra– que también destacó por su faceta de diseñador de vidrieras para iglesias y mobiliario doméstico. Los azulejos se hornearon en el antiguo taller de Arcadio Blasco en Majadahonda, que Isidro Blasco ha vuelto a poner en funcionamiento. “Allí trabajaron mis padres en los años sesenta y después yo mismo antes de irme a Estados Unidos”, recuerda el artista a los periodistas Ianko López y Samuel Sánchez (fotógrafo) del diario El País, que recuerda que «su madre es la escultora Carmen Perujo» y define a su grupo como «una pequeña Bauhaus«, en alusión al movimiento vanguardista alemán del siglo XX que nació en la pequeña ciudad de Weimar (Turingia), con solo 65.000 habitantes, población parecida a la de esta ciudad del Oeste madrileño. Su regreso a Majadahonda se ha producido a pleno rendimiento: el año pasado debutó con una exposición individual en la galería Ponce + Robles, y ahora acaba de inaugurar en uno de los patios del centro cultural Conde Duque «No Place Like Home», una instalación integrada en el programa del festival de cultura y sostenibilidad «MadBlue Summit» que estos días se celebra en Madrid.


El artista Isidro Blasco ©Samuel Sánchez

‘The Table Project’ es el proyecto donde 14 artistas han realizado 21 mesas partiendo del diseño original de Arcadio Blasco. Las mesas se han producido en Nave Oporto, uno de los estudios artísticos que en los últimos años han florecido en el barrio de Carabanchel, al calor de unos alquileres relativamente moderados y la disponibilidad de edificios industriales con espacios generosos en metros y luz. Isidro Blasco «es algo así como el artista oficial en residencia del estudio, donde comparte espacio una veintena de creadores, catorce de los cuales se embarcaron junto a él en «The Table Project».

Isidro Blasco © Beatriz Lozano L. de Echazarreta

Las premisas del proyecto eran muy sencillas: cada uno de ellos realizaría una mesa partiendo del diseño original de Arcadio Blasco, al que aportaría el ingrediente de su creatividad. El resultado son 21 mesas (hay quien ha realizado más de una), y los connaisseurs del medio artístico podrán identificar sin dificultades la mente creativa que hay detrás de todas ellas, indica El País. Y en una entrevista en el diario ABC añade: «Todo lo que sé lo he aprendido de mis padres, Carmen Perujo y Arcadio Blasco, ambos artistas. Mi padre tuvo siempre una inquietud social que incluía en su trabajo: vivió en la época del franquismo e incluso estuvo en la cárcel por sus obras críticas con el régimen. Creo que eran respuestas contextuales, muy de la época. La obra tiene un valor artístico en sí misma».


Los artistas del The Table Project, en la Nave Oporto. © Samuel Sánchez

El precio fijado para cada una de las mesas es de 1.350 euros. Parte de este importe se destina a sufragar la producción, y el sobrante se reparte entre el propio artista y el pago del alquiler del estudio. Se comercializarán directamente a través de Nave Oporto y quien desee verlas puede concertar una cita privada a través del contacto de su página web. Si la experiencia sale bien, este podría ser el inicio de una línea estable de actividad para los artistas del estudio. “La idea es sacar otros productos de diseño práctico a un precio más reducido que nuestras obras artísticas”, anuncia Isidro Blasco. “Hay un potencial enorme en este grupo de artistas que se ven a diario, que discuten sus ideas y se ayudan constantemente, así que queremos poner en marcha esta riqueza y que cada cual aporte su parcela de experiencia y conocimiento”. Lea el reportaje completo.

Majadahonda Magazin