Cuando el caballo hace ejercicios ligeros se le pone el cabezal con el «filete» y solo se utilizan dos riendas

CRESCENCIO BUSTILLO. Otra de las cosas para conducir bien el caballo es saber coger las riendas entre los dedos de la mano izquierda para de esta forma dominarlo y tener libre la mano derecha para utilizarla en lo que sea más necesario. Cuando el caballo hace ejercicios ligeros, se le pone el cabezal con el «filete»*, y solo se utilizan dos riendas, pero cuando al caballo se le pone el equipo completo, lleva además la brida con una cadenita por debajo del hocico del caballo. Y a esta misma brida otras dos riendas para poderle sujetar mejor. A estas se las llama falsas-riendas, que hay que saber distribuir entre los dedos de la mano izquierda, haciendo que cada uno de los dedos ejerza influencia sobre una rienda, a fin de no tener que molestar a la otra mano, que muy bien en caso de guerra, estaría tirando tiros con el «mosquetón» o blandiendo el sable en una «carga».


Crescencio Bustillo.

El equipaje del caballo es bastante complejo, tiene distintos cabezales y bridones, uno para estar atado en la cuadra, otro sencillo para el «filete», y por último el bridón cuando se le pone en equipo completo. Cuando se salía de paseo o de instrucción se llevaba la montura pelada, sujeta por una cincha ancha de dos o tres hebillas que le abarcaba el vientre delantero del caballo. Por debajo de los faldones de la montura salían unas correas o porta-estribos, con una hebilla para regular la medida de las piernas. En comparación con los estribos, estas correas suspendían los estribos de la montura. De la parte superior y delantera de la montura salían otras dos correas que, abrazando los pechos del caballo, convergían en otra más ancha, que a su vez enlazaba con la cincha. Esto se le llamaba el pecho-pretal, y servía para inmovilizar la montura de encima del caballo cuando este tuviera que ejercitar los servicios que le encomendaba el jinete.
A esta montura, en caso de marchas, maniobras y formaciones de gala, se le adosaban muchas más cosas. En la parte delantera, el porta-mosquetón, al lado derecho al alcance de la mano. Las bolsas para el pienso del caballo, como si fueran alforjas. Del lado izquierdo, detrás de la pernera, colgaba el tahalí para el sable. En la parte posterior de la montura salía la baticola, con una almohadilla para poner las mantas enrolladas, otras bolsas forrajeras y algún colgajo más, ya que las municiones las llevaba en la «canana» el jinete, así como una bolsa de costado para las necesidades más inmediatas. Todo esto componía el equipo de campaña o de guerra. Para las formaciones de paz y de gala se ponían adornos o galdrapas, a ambos lados de la montura, con los colores y emblemas del Regimiento, un porta-mantas del mismo paño, y se limpiaban, dorados, hierros y correajes hasta la exageración con el fin de brillar por encima de los otros cuerpos de la misma formación. *Filete: Barra con un anillo en cada extremo a los que van unidas un par de riendas.


Filete

 

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