MANU RAMOS. «Adelantados en el tiempo: En 2002, El Gráfico reunió a varios jugadores del plantel de San Lorenzo de 1972, que logró el hecho histórico de haber ganado dos torneos en la misma temporada. Un equipo para el recuerdo». La revista deportiva argentina rememora así a sus viejas glorias en este reportaje. Y en él aflora un hecho hasta ahora desconocido para el gran público: el mítico Cacho Heredia, mítico defensa o mediocentro del At. Madrid, vive en el «barrio» de Majadahonda. En realidad el medio argentino desconoce que es una ciudad, pero no importa: lo relevante es que ha escogido el municipio como discreta residencia y en esta entrevista desvela por qué: «Cacho no, futbol entero. Hoy, este hombre que fue un seis de notable ductilidad, casi en la línea de un Passarella o de un Albrecht, vive en el barrio de Majadahonda en Madrid. Ramón “Cacho” Heredia tiene tres hijos: Javier, de 27 años (español), Bárbara, de 24 (francesa), y Gustavo, de 15 (argentino, nacido en Coronel Suárez). Es uno de los dueños de Sport Spain, empresa dedicada a la representación de jugadores. Además, suele comentar partidos del Atlético de Madrid para Radio Marca.
«Cacho, que después de San Lorenzo tuvo un brillante paso por el Atlético, su segunda casa, sigue con sus raíces en la Argentina porque es dueño de un campo en la provincia de Buenos Aires. Vivió en Madrid desde que llegó como jugador hasta 1987 cuando volvió. En Suárez nació su hijo, pero tres años después decidió regresar a España. Y ahí está, alternando el castizo “tú” con el “vos” bien argentino, que se nota claramente en el diálogo. “En ese San Lorenzo disfruté los mejores momentos futbolísticos de mi carrera. Teníamos un gran entrenador y había mucho compañerismo. Pero al año de salir campeones, desmantelaron el equipo… lo liquidaron. Yo debuté en el 68 con Los Matadores, nada menos, para mí una verdadera selección. Sin embargo, en el 72, Lorenzo armó un equipazo. Ibamos a cualquier cancha y sabíamos que ganaríamos con la gorra (N. de la R.: expresión muy española que significa ‘ganar con la camiseta’). Había grandes jugadores y varios eran verdaderos técnicos dentro de la cancha. El mejor recuerdo que tengo de esa época fue el de dar una vuelta olímpica en la cancha de Huracán. El clásico de barrio era mortal. Si perdías estabas de luto una semana.”
“La final con River para nosotros fue algo muy grande. River tenía un gran equipo, pero nuestra confianza era fabulosa. Tuvimos un penal a favor y lo erramos. Ese día hubo algo de mala suerte. El penal tenía que patearlo yo, pero Chazarreta me pidió que se lo dejara a él. Yo le pregunté: estás confiado, y me contestó: sí, sí… dejámelo patear a mí… Después lamentablemente lo tiró afuera, pero igual estábamos convencidos de que íbamos a ganar y finalmente ganamos 1 a 0. Jugar en el Atlético de Madrid me abrió las puertas de Europa. Vine a los 20 años, tengo 50 y hace 26 que vivo acá. Sólo volví a mi patria por tres años, cuando nació mi hijo menor. A la Argentina hay que quererla como el país que es. Uno tiene familia y amigos allá, y duele mucho lo que pasa. Jesús Gil (que fuera presidente y dueño de la mayor cantidad de acciones del Atlético de Madrid que ahora gestiona su hijo Gil Marín) fue como un padre para mí. San Lorenzo me dio la posibilidad de hacerme jugador de fútbol, y en el Atlético me hice hombre”, concluye la entrevista.
Gran jugador
El, Luis Pereira y Futre los mejores extranjeros del Atleti