El pintor canario Pedro González (1927-2016), padre de Pedro Zerolo

FERNANDO BRUQUETAS DE CASTRO. Me viene a la memoria que hoy la plaza de Chueca es un homenaje a Pedro Zerolo, a quien recuerdo con cariño. Lo conocí en Las Palmas cuando no era tan «auténtico» como lo fue después en Madrid, porque entonces solía peinarse con secador, para alisar los rizos de una cabellera que liberó al mismo tiempo que su identificación gay. Algunos fines de semana Pedro iba a Gran Canaria huyendo de Tenerife, donde su padre era alcalde en La Laguna universitaria. Las relaciones paterno filiales no eran buenas. Llegaron a tal extremo que amigos comunes intercedieron ante el padre para que suavizara el trato a su hijo, pero nada se pudo hacer. La reacción hacia la tiránica postura fue que Pedro nos dijo que había dejado de apellidarse González, como el alcalde socialista pintor, y se había puesto el apellido Zerolo, de su madre, por bandera. Y marchó de la ciudad y la isla, alejándose del hombre que le amargaba la vida.


Fernando Bruquetas

Pedro fue la segunda persona que fui a visitar, después de Mili, para que me contara cuál era la opinión autorizada y oficial del PSOE (donde yo también militaba) y si había alguna corriente ideológica más avanzada que fuera interesante mencionar con respecto a las salidas del armario voluntarias o a la fuerza. Fue muy prudente, porque no quiso manifestarse más allá de reivindicar la regulación de las parejas de hecho. Nada más, decía, porque las cosas tenían que hacerse paso a paso, para que no se las llevara el torbellino de la algarabía en una reivindicación festiva sin más. La regulación de las parejas de hecho era lo que tocaba y eso parecía ser suficiente.


Pedro Zerolo en 1999

Cuando unos meses más tarde le planteamos la posibilidad de reivindicar el matrimonio gay, Pedro nos contestó con un sonoro «del todo superfluo», que suavizó con los años, hasta defenderlo como más que necesario o imprescindible. Menos mal que en su fe de converso no llegó a declararlo «forzoso», porque así lo pude defender yo mismo años más tarde durante una intervención en la Universidad de Moscú, cuando unos estudiantes rusos de derecho me preguntaron sobre el asunto de la legalización del matrimonio homosexual en España. El que no fuera forzoso parece que los dejó tranquilos (Continuará).

Pedro Zerolo falleció en 2015

 

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