Rubén Baraja con los dos balones de la Copa: solo se puede perder o ganar y a 1 solo partido

JUANJO RAMOS*. Después de la victoria ante el Albacete, el Tenerife buscará el pase a dieciseisavos en Majadahonda. Lograrlo comprimiría mucho el calendario del mes de enero. Y es que vuelve la Copa del Rey y lo hace en un mes de máxima exigencia para el Tenerife. Con el mercado de invierno abierto, la necesidad latente de hacer reformas en la plantilla y una todavía larga lista de lesionados, Rubén Baraja se enfrenta a la disyuntiva de cada aficionado blanquiazul: ¿es la competición del KO un alivio o un problema? Recién salido de los puestos de descenso a Segunda B, los insulares visitan este sábado 11 de enero (2020) al Rayo Majadahonda en el Cerro del Espino. Superar esa eliminatoria, disputada como todas hasta semifinales a partido único, supondría añadir un miércoles más al comprimido calendario de enero.


Juanjo Ramos

En esa tesitura serían 4 partidos en 14 días los que afrontaría el Tenerife, que rendirá visita a la SD Huesca el próximo miércoles día 15 en El Alcoraz. A continuación, casi sin descanso, recibiría a otro gallito de la categoría, el Girona de José Luis Martí, en el Heliodoro el domingo día 19 para, durante la semana siguiente, disputar los dieciseisavos de Copa (miércoles 22) y enfrentarse a domicilio a la UD Las Palmas en el derbi (sábado 25). Una hipotética clasificación para los octavos de final supondría jugar el martes 28, tres días antes de que el Sporting de Gijón rinda visita a la Isla en el último día del mes de enero. Sería este el mejor de los casos a nivel competitivo (avanzaría dos rondas de Copa) y económico (dos oportunidades de que pise un grande al Heliodoro si el bombo sonríe), pero también el peor en cuanto a acumulación de esfuerzos. Un total de 7 partidos en apenas 20 días que empezarían a contar este sábado y siempre con el triunfo ante los majariegos como primera piedra del edificio.


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No parece que al Tenerife le llegue esta acumulación de encuentros en su mejor momento, pero no es menos cierto que crecería el nivel de confianza de la plantilla de manera considerable si es capaz de ir superando obstáculos. A Baraja, además, se le presentaría la opción de dar minutos a los menos habituales y de ir recuperando, en el campo, a algunos de los lesionados que ya ven la luz al final del túnel. Es el caso de Nahuel Leiva, por ejemplo, que estará en condiciones de disputar algunos minutos ya en el Cerro del Espino este fin de semana.

El Rayo perdió 1-3 en casa en 2ª A pero hoy se miden a 1 solo partido y en el Cerro con el Tenerife en horas bajas

«¡Bendito problema!», pensará el técnico blanquiazul. No obstante, las semanas de trabajo se acortarían al mínimo. El derbi, sin ir más lejos, pasaría a solo dos sesiones de entrenamiento previas y una de ellas sería de recuperación después del encuentro hipotético de dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Todo un reto para el necesitado Tenerife, que no puede regalar nada en esta Liga si quiere evitar apuros para mantener la categoría. De confirmarse, el maratón de partidos vendría acompañado del trabajo que desarrollará en paralelo Víctor Moreno para reformar la plantilla tinerfeñista. La intención pasa por llevar a cabo entre tres y cinco salidas, un número final que condicionaría el de llegadas. Las peticiones de Baraja pasan por un lateral izquierdo y un delantero como prioridades, quedando un segunda línea y un mediocentro como añadidos en caso de que el margen salarial lo permita. *Juanjo Ramos se define como «historiador y periodista a medias. Escribo en El Día, narro en Cope, opino en Deporpress y aquí. Mis opiniones son solo mías. Si no las compartes, debatimos».
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