RUBÉN VALERO. *Comandante Jefe de Majadahonda (Madrid). Estimada señora alcaldesa, miembros de la corporación local, autoridades civiles, oficiales generales, comandante del puesto principal de Majadahonda, comisario jefe de la policia local, oficiales, y a todos los compañeros, familiares, amigos y asistentes. Lo primero de todo, no podía empezar este discurso sin agradecer el apoyo del Ayuntamiento de Majadahonda y de todas aquellas personas que han hecho posible que este 12 de octubre de 2023 nos juntemos en esta plaza. Hoy nos reunimos en un día de doble celebración, en el que honramos dos eventos de gran significado para todos los españoles. por una parte, celebramos con gran devoción la festividad de nuestra patrona, la Virgen del Pilar, y por otra parte, el Ayuntamiento de Majadahonda ha querido conmemorar nuestra historia, nuestra diversidad y nuestra unidad como nación, y a la que no podíamos faltar como institución y como representación de esa unión. Precisamente en espíritu de esta juntos hemos trabajado incansablemente para mantener la armonía en nuestra ciudad, nos hemos enfrentado a desafíos y superado obstáculos, y lo hemos hecho de la mano, como una verdadera familia, con un único objetivo en mente, el bienestar de nuestros conciudadanos.

HACE APENAS 5 MESES ME HICE CARGO DEL MANDO DE LA COMPAÑÍA DE MAJADAHONDA. Para quien me conoce sabe que no me gustan los protagonismos, pero que tampoco eludo mi responsabilidad. Hoy me toca representar a todos los guardias civiles que prestan servicio en esta compañía y quisiera iniciar mi intervención contando una pequeña anécdota. como tantos hijos de guardia, cuando era pequeño mis padres solían decirme que cuando preguntaran por la profesión de mi padre en clase, dijese que era funcionario del Estado. Me temo, papá, que eso no servía, todos los hijos de guardia éramos los únicos que decíamos aquello. El caso es que vivíamos años convulsos con ETA y, aunque yo en ese momento no entendía por qué tenía que ocultar la profesión de mi padre, con el tiempo me di cuenta que el único motivo era protegerme. Con ese espíritu crecí en mi casa, con aquellos que no temían por dar su vida en el día a día, sino que lo que realmente les enturbiaba era no poder proteger a los demás.

CON EL PASO DE LOS AÑOS, APRENDIMOS QUE EL TERROR NUNCA DEBE TRIUNFAR y comprendimos que no teníamos que ser los que nos ocultásemos. Por ello, para nosotros, cada acto del Pilar es mucho más que la celebración de nuestra queridísima patrona. Por eso hoy hemos querido celebrarlo con todos, porque como dice nuestra querida cartilla, “el guardia civil no debe ser temido, sino de los malhechores, ni temible, sino de los enemigos del orden y procurará ser siempre un pronóstico feliz para el afligido”. Hace muy poco leía un artículo en el que una chica explicaba su deseo de pertenecer a la Guardia Civil porque decía que sentía que le habían salvado la vida. Relataba como había sufrido bullyng en el colegio durante años y como no encontraba solución a aquella situación hasta que le arropó la Guardia Civil del municipio donde residía. Además, lamentaba no poder ser nunca guardia civil por culpa de la limitación de la estatura, porque anhelaba poder ayudar a los demás.

SIN EMBARGO, CREO FIRMEMENTE QUE INSTITUCIONES COMO LA NUESTRA, O COMO LA POLICÍA LOCAL DE MAJADAHONDA, con la que compartimos hoy celebración, y en general cualquier profesión de servicio a los demás, no nace y muere en los componentes que la integran, sino que cualquier pequeño gesto de cualquiera puede ser fundamental para cambiar el mundo y hacerlo mejor. Esto queda fielmente reflejado en la simbología de nuestro escudo, donde cobran protagonismo la autoridad, la fuerza y la unidad de Estado, al que pertenece y sirve la Guardia Civil. En unos instantes rendiremos un sentido homenaje a todos los caídos por España, pero antes me gustaría aprovechar para hacer una especial mención al guardia civil Miguel Terre, del puesto de Villanueva de la Cañada y perteneciente a nuestra compañía: una grave enfermedad se lo llevó este verano, sin embargo nunca pudo ni con su alegría ni con su ilusión. El día de su muerte, su sargento recordaba como el mismo día que le ingresaron, le solicitaba que le tuviese en cuenta para trabajar en el dispositivo de seguridad durante la celebración de la Navidad. Apenas le quedaba un año para jubilarse pero mantenía el entusiasmo de su primer día de servicio, haciendo honor a como le tenían bautizado en el puesto: “el eterno eventual”.

NO QUISIERA EXTENDERME DEMASIADO Y ME GUSTARÍA FINALIZAR MI INTERVENCIÓN PONIENDO EN VALOR EL SIMBOLISMO de lo que supone un acto castrense como el que ha querido organizar hoy la Guardia Civil. En cada municipio en el que nos encontramos, más allá de la estética y lo emotivo que pueda resultarnos, son un fiel reflejo del sacrificio, la lealtad y el compañerismo. No puedo sentirme más orgulloso de pertenecer a esta localidad y comandar esta plantilla. Sin duda alguna, nuestro día a día sería imposible sin el apoyo de tanta gente que nos muestra su cariño y admiración. Por ello, a todos los majariegos y majariegas os expreso nuestra firme voluntad por mejorar cada día en el servicio que os prestamos, que esperemos que en breve se traduzca en unas nuevas instalaciones acorde a la entidad de este municipio. Feliz día de la Virgen del Pilar y que esta festividad nos inspire a seguir trabajando juntos en armonía y solidaridad para un futuro mejor. Muchas gracias. Escuche los discursos del Comandante de la Guardia Civil de Majadahonda y de la alcaldesa en Radio Majadahonda pinchando aquí.