Majadahonda: «Los valores para revitalizar la identidad del municipio, así como el conocimiento de tradiciones culturales ligadas también a la promoción del patrimonio, es una de las apuestas fijas y firmes en todas las fiestas que se precien, pues ayuda a la ciudad a potenciar su identidad y patrimonio cultural. Un pueblo sin tradiciones es un pueblo sin pasado, sin vida y sin historia»

IVANTXU MARCOS FDEZ. (Majadahonda, 7 de octubre de 2025). Según algunas fuentes históricas consultadas, los primeros encierros en el municipio de Majadahonda datan de finales del siglo XIX cuando en la plaza situada en las proximidades de la actual Iglesia de Santa Catalina se celebraban las primeras sueltas de toros. Sin embargo, por edad –soy del año 1979– conocí cuando cuando los encierros eran en la calle Hernán Cortés hasta la Plaza de Escudero, donde recuerdo que se ponía el quiosco de la Peña La Albarda, construcción de madera que siempre me impactó en lo visual, vagos recuerdos de unos encierros quizá mas espontáneos y de menos postureo y con “corredores repetidos” como dice mi padre, es decir, con las camisetas de fútbol que me hacen añorar viejas fotografías de mi padre de aquellos años, donde el corredor iba con el pantalón del trabajo, su camisa a cuadros y sus zapatillas o zapatos normales, nada de los pantalones elásticos y zapatillas altamente tecnológicas. Recuerdo que duraban varios días y en esencia el recorrido quizá era algo más mas largo. Ahora casi se reduce al fin de semana con un itinerario muy breve, en comparación con otros municipios, por ejemplo Las Rozas o el que hace un tiempo me dejó un poco impactado que es el de Villanueva del Pardillo.

El fotógrafo de Majadahonda «Ivantxu», Premio Ramón Rubial que ha expuesto en Photoespaña

Ahora con la creación de la Asociación Cultural Taurina Majadahonda (A.C.T. Majadahonda) pues a lo mejor regresa la esperanza y creo que van por buen camino. Que un municipio como Majadahonda fomente la fiesta de la tauromaquia y una cantera de recortadores que ya existe en el pueblo y que por diversas localidades de la Comunidad de Madrid o municipios manchegos como Puebla de Montalbán, Iscar, Torrijos… deja siempre el pabellón majariego muy alto. Hablo de Fernando Paredes,Vicente Rangel, Carlos López, Carlos Santos, los hermanos Escribano o David Tallón, aunque seguramente olvide alguno, perdón a los que no he nombrado. En definitiva, los encierros, y hoy más que nunca, suponen un valor añadido en los pueblos donde se celebran, pues el gasto en hostelería o comercio siempre es una opción en los centenares de visitantes que acuden esos días a verlos. O, en el caso de los más atrevidos, a correrlos. Pero quizás los valores para revitalizar la identidad del municipio, así como el conocimiento de tradiciones culturales ligadas también a la promoción del patrimonio, es una de las apuestas fijas y firmes en todas las fiestas que se precien, pues ayuda a la ciudad a potenciar su identidad y patrimonio cultural. Un pueblo sin tradiciones es un pueblo sin pasado, sin vida y sin historia.

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