
Otra de las peculiaridades del garbanzo que se sembraba por allí era que todos los años había que cambiar de simiente: la que se cosechaba allí no daba resultado empleándola de un año para otro. La próxima cosecha era inferior en calidad y tamaño, también resultaban más caros, ya que el garbanzo duro con el que se cambiaba de simiente valía a mitad de precio que el otro. Por tal motivo, se cambiaban todos los años. Había “corredores” que venían todos los años ofreciendo las “muestras” o variedades, según el tamaño y la clase, así variaba también el precio. En esto de escoger la “muestra” no todo el mundo entendía, era necesaria una cierta experiencia para no dejarse engañar. Aun así había muchos “fraudes”, sobre todo a veces no coincidía la “muestra” con la partida que se había adquirido y que venía envasada en los sacos correspondientes. Este garbanzo duro o de siembra procedía de Andalucía y últimamente, para evitar mitificaciones, había “agentes” comerciales que desde allí servían directamente los pedidos.
Otra leguminosa, la judía, para cosecharla tierna se hacía igual que con el garbanzo y se cambiaba de simiente cada año porque daba mucho mejor resultado. Para ello había también “agentes” que ofrecían “muestras”, aunque también se desplazaban a León en comisión por parte de todos, porque allí hay una variedad de judía “pinta”, llamada del “cuerno”, que daba unos resultados excelentes por su frondosidad al desarrollarse en la mata, dando un fruto grande, largas y curvas las vainas, que eran la sensación en el mercado madrileño, principal consumidor de este producto, cotizándose siempre más alto su valor que el de las demás remesas enviadas desde otros sitios.
Claro que la judía solo se sembraba en según qué huertas, todas no valían para ello, pues esta planta requiere estar al abrigo de los vientos, sobre todo los del sur y el 0este, que son secos y calientes en el verano, produciendo en las matas una enfermedad llamada “arañuela”. Donde más se sembraban y mejor se prodigaban era en los huertos de las márgenes del Río Guadarrama, o en los arroyos con mucha vegetación en sus orillas, por estar ensombrecidas la mayor parte del día y así eludir los rayos directos del sol. Las demás leguminosas, habas, guisantes, etc., tenían poca importancia su sembradura, únicamente se hacía en los huertos de invierno y nunca para una gran explotación.






Fernando Bustos Montero me haces la competencia? Traeme que los vendo
El garbanzo majariejo es un manjar mas caro que el caviar
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Gracias @MajadahondaM por traernos este trocito de historia de Majadahonda.
Los que no nacimos aquí tenemos una deuda con este pueblo que tan bien nos acogió y creo que esto es un merecido homenaje.
A laeliaogirl le gustó un Tweet en el que te mencionaron: Gracias @MajadahondaM por traernos este trocito de historia de Majadahonda…
Jose María Sanz indicó que le gusta un Tweet en el que te mencionaron: Gracias @MajadahondaM por traernos este trocito de historia de Majadahonda…
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