MIGUEL SANCHIZ. El siguiente protagonista de mi sección «Gente Maja que se moja» es César Vidal (Madrid, 1958), un historiador, escritor y comunicador americano de origen español que se licenció y doctoró en Historia –Premio extraordinario de fin de carrera– en la UNED con una tesis titulada «De Pentecostés a Jamnia: el judeo-cristianismo en la Palestina del siglo I». Igualmente, se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, doctorándose en la Universidad Alfonso X el Sabio con una tesis sobre los sistemas jurídicos de regímenes revolucionarios como el ruso de 1917 o el español de 1936. Es también doctor en Teología y en Filosofía. En la actualidad, dirige el programa de radio La Voz y distintos programas en www.cesarvidal.tv. Su blog está en www.cesarvidal.com y nos habla desde el exilio de Miami (EE.UU).
Uno de sus temas preferidos: ¿Qué es la ideología de género? –La ideología de género es, entre otras muchas cosas, una bomba de relojería demográfica. Por ejemplo, va a conseguir que Europa, la Europa que yo he conocido, desaparezca en una generación o quizás, en menos. No hay nación ni cultura que pueda sobrevivir con un crecimiento demográfico inferior al 2.5%. A partir del 2% no hay esperanza. Con esa tasa de crecimiento, cualquier cultura de cualquier nación está condenada sí o sí a ir a la desaparición. En España, la tasa de crecimiento demográfica es del 1.1%. Es normal porque hemos matado más de 1 millón de criaturas en el vientre de sus madres siguiendo la supuesta salud sexual y reproductiva. Por el contrario, la tasa de crecimiento de los musulmanes en España es del 8.1%. Como ven, el futuro que le espera a la cultura española y a la nación española no es ideal.
¿Cómo contemplan la ideología de género en otros países? –Dos países que se están oponiendo ferozmente a la ideología de género son Rusia y China y es así porque saben que si la familia desaparece, sus respectivas naciones se desplomarán. En una entrevista que el director de cine Oliver Stone le hizo a Vladimir Putin, le preguntó sobre la homosexualidad y por qué en Rusia no se puede difundir la ideología de género en las escuelas y no se puede hacer proselitismo homosexual. La respuesta de Putin es ejemplar: en Rusia no se persigue, no se encarcela a los homosexuales ni se discrimina a ningún adulto por ser homosexual. Nadie los persigue ni los discrimina, pero no vamos a tolerar que adoctrinen a los niños en una ideología que es contraria a la familia porque la base de esta nación es la familia. Si el niño se convierte en adulto al llegar a los 18 años y decide ser homosexual, es una decisión suya, pero no vamos a tolerar que la familia la destruyan desde abajo haciendo proselitismo con niños que no tienen el criterio suficiente para discernir entre un sentido o el otro.
¿Y en China? –En el caso de China todavía son más estrictos. Los chinos siguen arrastrando lo que ellos llaman el «Siglo de las Humillaciones«. Los británicos querían apoderarse de la porcelana china, del té, de la seda, pero los chinos no encontraban que los británicos les ofrecieran nada que pudiera llevarlos al intercambio de sus productos. Después de dos guerras, los ingleses los obligaron a abrir puertos por los que introducían en China el opio, el veneno de la droga, y que sumió durante prácticamente un siglo a China en el mayor sometimiento y la mayor explotación a potencias extranjeras que había vivido a lo largo de su Historia milenaria. Eso es lo que llaman el «Siglo de las Humillaciones«. Mis interlocutores chinos me han dicho en alguna ocasión: “si dejamos que la ideología de género entre en nuestra sociedad y que destruya a la familia, el efecto va a ser peor que el opio británico. No lo vamos a tolerar”. No actúan así porque sean cristianos –el régimen es comunista- sino porque creen en la familia y saben que la nación se basa sobre la familia. Me da mucho pesar que naciones que no son cristianas, sin embargo, a la hora de defender a la familia parezca que tienen una idea más clara que otras naciones que, supuestamente, lo son.