LIDIA GARCIA. La joven pareja de 23 años y 29 años detenida en Palencia por la Policía Nacional acusada de tirar a su hijo recién nacido al río Carrión ha causado una honda conmoción en la sociedad española y la prensa ha acudido al Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda para conocer qué tipo de asistencia se brinda ante embarazos no deseados. Mamen Muñoz Labián, jefa del servicio de Neonatología, Cruz Serrano, matrona y Paloma Pérez, trabajadora social sanitaria, han sido entrevistadas por ello y esta última ha declarado al diario ABC que «a todas se nos queda un gran “malestar” cada vez que leemos o vemos una noticia de estas características en los medios de comunicación pero muchos de estos casos no pasarían si estas mujeres tuvieran información sobre este programa. Cuando en este centro estamos inmersas en un proceso de renuncia, qué duda cabe que tenemos una carga emocional, pero una satisfacción total después, porque nos quedamos con el convencimiento de que era lo mejor para ese menor, de que ese niño va a estar bien». Mamen Muñoz Labián, jefa del servicio de Neonatología de este centro hospitalario añade: «Desde luego una renuncia no es el final feliz clásico que todos tenemos en la cabeza de una madre con su bebé, pero sí es el mejor final posible para los protagonistas. Las mujeres que no sepan qué hacer con un hijo no deseado deben ser conscientes de que pueden acudir a cualquier hospital público, sea cual sea su situación personal, y que van a ser atendidas, de forma que no pongan en riesgo su vida ni la del pequeño. Que existe un protocolo muy estudiado y que van a contar con total seguridad física y jurídica».


Confidencialidad absoluta: El protocolo de actuación para evitar el abandono de bebés combina un servicio de atención integral a la mujer, tanto si está embarazada como si acaba de recibir el alta médica en el hospital tras el parto. A su vez, se garantiza la confidencialidad de los datos de la madre. En el momento de la renuncia se dividen los expedientes médicos, con el objeto de que no se puedan rastrear, y pasan a ser de acceso restringido, a fin de que nadie pueda disponer de esa información si no está autorizado. Asimismo, el programa preserva el derecho del niño a conocer sus orígenes en el futuro, cosa que puede solicitar a partir de los 18 años. Teléfono de contacto: 012 o 112

La periodista Carlota Fominaya también concluye que «La búsqueda del hijo perfecto y cierto sesgo eugenésico están provocando la desaparición del síndrome de Down» y ha escrito un artículo en el que desvela los «Siete hospitales que apuestan por el parto respetado: El parto: tan esperado como temido». Y es que mujeres de cualquier franja de edad y de todos los ámbitos socioeconómicos y formativos renuncian a sus hijos después del parto, es un hecho que ha ocurrido antes y ahora y que probablemente sea una tragedia que ocurra siempre. «Es transversal y, por tanto, no hay un perfil único de madres que renuncian a sus hijos en el momento de dar a luz, pero sí un denominador común a todas ellas: viven una situación absolutamente desesperada que las lleva a tomar esa decisión. «Todos conocemos a personas adoptadas, pero no a embarazadas que reconozcan haber renunciado a su bebé en el paritorio. Normalmente son gestaciones que se ocultan al entorno más próximo. Pero si la gestación no la han ocultado, de cara al resto de la sociedad son fetos que han nacido muertos», sentencia Cruz Serrano, matrona del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid). La renuncia a un hijo en el paritorio es una realidad que existe, pero que está silenciada. Solo en la Comunidad de Madrid durante 2019, hubo 18 renuncias en las distintas maternidades de la región.

Falta de información: De hecho, remarca la jefa de servicio de Neonatología de este centro hospitalario, Mamen Muñoz Labián, «es una realidad que se vive varias veces al año en todos los hospitales públicos de España». Lo que ocurre, denuncian estas profesionales, «es que hay una evidente falta de información que hay que paliar como sea, para que no dé lugar a situaciones donde quizás por desconocimiento, la mujer ponga en peligro su vida y por supuesto la vida del niño en un embarazo y un parto no asistido y por supuesto, no deseado». Con el fin de evitar trágicos sucesos, en 2009 la Comunidad de Madrid puso en marcha el Programa de Renuncia, dependiente de la Dirección General del Menor y Familia de la Consejería de Políticas Sociales. «Es importante que las mujeres sepan, fundamentalmente, dos cosas: que es anónimo y que no tiene consecuencias legales. Lo que sí que las tiene es abandonar a tu hijo en la calle», advierte Paloma Pérez, trabajadora social sanitaria del Hospital Universitario Puerta de Hierro. De ahí la importancia de insistir, recuerdan estas profesionales, en que el protocolo regional de actuación para evitar el abandono de bebés combina un servicio de atención integral a la mujer, tanto durante el embarazo, como en el parto o tras el alta médica en el hospital.

El momento del parto: Paloma Pérez, trabajadora social sanitaria del Hospital Universitario Puerta de Hierro, explica que «a veces estas mujeres vienen con la decisión muy meditada, no quieren interrumpir su embarazo y nos llega el aviso desde obstetricia, pero otras lo expresan en el paritorio». Cuando se da este último caso, explica la matrona, «mi trabajo durante el parto es el mismo. Le explico a la madre en qué consiste el proceso, el momento de dilatación y expulsivo, etcétera. Pero, sobre todo, se respeta la decisión de la mujer, tanto si quiere conocer al bebé, como si no». En este último caso, prosigue, «todo el personal que atiende el parto está muy concienciado y evita cualquier contacto. Nos llevamos corriendo al pequeño a otra habitación para que ella no le vea ni lo oiga llorar siquiera. Y a ella la trasladamos a otra planta donde no oiga a otros niños llorar ni vea a otras madres. El personal está muy concienciado con esto. Allí le explicamos todo porque, desde el punto de vista psicológico, hay que manejarlo igual que una pérdida de algo que has llevado en tu interior durante nueve meses».

Expedientes separados: Nada más nacer, explica Muñoz Labián, «hay que ver si se trata de una gestación controlada o, por el contrario, son niños que no han pasado por ningún tipo de control, y que no tienen ninguna ecografía o serología hecha, cosa que se lleva a cabo nada más nacer para elaborar un informe que remitimos a la Comunidad de Madrid». De forma aproximada, a las cuatro horas del parto tiene lugar una primera entrevista con la madre, donde se le informa, explica Paloma Pérez, trabajadora social sanitaria, «de los recursos a los que pueden optar si no renuncian. A veces cambian de idea. Hace poco tuvimos a una madre que dudaba y acabaron las dos en una casa de acogida. Pero si está decidida, se le explica que va a perder todo vínculo filial con el recién nacido». En ese mismo momento, las historias clínicas se desvinculan, para que no sea fácil de rastrear, salvo que el niño a los 18 años quiera saber su filiación. En ese caso, podrá acudir a la Dirección General del Menor a recuperar sus orígenes».

El duelo de la puérpera: A las veinticuatro horas, continúa Pérez, «se le hace una segunda entrevista, donde se le vuelve a pedir que ratifique la renuncia, se envía la notificación con la firma de la madre y dos personas sociosanitarias a la Comisión de tutela, y el menor queda bajo desamparo. Es una medida jurídica. La ratificación de tutela suele ser rápida, dependiendo del Juzgado». Pero son niños, remarca esta profesional, «que van siempre a familias en preadopción donde son muy deseados. Por eso hay que insistir en que existen más caminos que no ponen en riesgo ni la salud de la madre ni la del niño. Renunciar en el paritorio no es un abandono, mientras que hacerlo en la calle o en un contenedor sí que lo es y, además, supone cometer un delito». Por último, estas madres suelen pedir el alta rápidamente. «Quieren salir cuanto antes del medio y no suelen querer apoyo psicológico, aunque se les ofrece. Al fin y al cabo, tienen que afrontar la pérdida, a pesar de ser un duelo meditado y elegido», concluye esta trabajadora social sanitaria.

Programa Renuncia: La mujer que antes o después del parto manifieste que no desea o no puede afrontar la maternidad debe ser informada de lo siguiente:
-En caso de que sus dificultades sean de carácter temporal y tenga voluntad y disposición para hacerse cargo del hijo, existen recursos de apoyo social para que no se vea obligada a una renuncia contra su voluntad.
-En caso de que su deseo sea no hacerse cargo del bebé, puede manifestar su decisión de entregarlo en el mismo Hospital, para que sea adoptado por otra familia.
-La entrega del niño/a de este modo, en condiciones de seguridad y de legalidad, no tiene perjuicios legales o administrativos para la madre biológica.
-La adopción extinguirá de manera definitiva el vínculo de filiación entre hijos biológicos y progenitores. Se extingue de forma plena la patria potestad, así como todo parentesco entre el niño o niña y la anterior familia extensa.
-Es un proceso de carácter confidencial que evita su conocimiento en el entorno social y laboral de la madre biológica. Sus datos están sujetos a reserva y sólo se recogen en la partida de nacimiento original y documentos del expediente de adopción.
-Gracias a la adopción, el niño/a se integrará plenamente en una nueva familia, con los mismos efectos que la filiación biológica.

Majadahonda Magazin