LIDIA GARCIA. Las primeras pruebas de la vacuna de la farmacéutica Johnson & Johnson contra el coronavirus han fallado. Los ensayos clínicos han sido suspendidos temporalmente por la «enfermedad inexplicable» de uno de los pacientes. Y uno de los «conejillos de indias» españoles es del Oeste de Madrid. «Diego tiene 37 años y vive en Majadahonda. A él le suministraron la vacuna «hace tres semanas» en el hospital madrileño de La Princesa como voluntario de la Fase 2 de ensayos clínicos. El próximo 11 de noviembre (2020) le toca «un recordatorio» de la dosis, una cita que, de momento, nadie le ha cancelado a pesar de que ya se ha hecho oficial la paralización temporal de los ensayos. «Me dieron mucha documentación con todos los posibles efectos secundarios. Fueron muy didácticos en las reuniones. Entre ellos me dijeron que podría haber escozor, dolor, inflamación, fiebre, escalofríos, dolores musculares, en las articulaciones… Firmas un consentimiento informado. Son síntomas derivados que pueden surgir de cualquier vacuna», explica al periodista Toni Gil de La Sexta Noticias. «Mi mujer tiene miedo, yo estoy más tranquilo, tampoco tiene mucho sentido darle vueltas. No tiene sentido preocuparse en exceso», señala. El voluntario, que se muestra convencido a pesar de la noticia de la paralización, explica que decidió presentarse para ayudar en la lucha contra la pandemia tras ver cómo amigos sanitarios y de otros sectores se dejaban la piel en primera línea.
«Decidí presentarme por dos motivos. El primero es que me dedico al mundo de los eventos, aunque el principal fue verme tumbado en el sofá. Tenía dos opciones. Ser de los que están en redes sociales sin hacer nada o ser de los que hacen algo. Decidí ser de los que hacen algo y decidí presentarme como voluntario». Diego, que ayudó a la hija de un compañero de trabajo a presentarse como voluntaria para la vacuna, ha explicado que ambos sufrieron fiebre durante varios días tras haber recibido la vacuna, aunque resta importancia a este aspecto: «Me dio un poco de fiebre alta y estuve dos días un poco convaleciente, pero son parámetros normales».
Y es que Diego Bellido es uno de los más de 150 voluntarios españoles que testan esta vacuna fallida contra el coronavirus. Él asegura que se ha enterado de la noticia a través de los medios de comunicación durante la mañana de este martes 13 de octubre (2020) y apunta que, de momento, no ha recibido una comunicación oficial por parte de la farmacéutica. «No tengo ningún correo ni ninguna llamada. No nos han dicho nada, no nos han comunicado oficialmente que se haya paralizado», explica. Aunque ha recibido la noticia con sorpresa, Bellido lanza un mensaje de tranquilidad y asegura que lo ocurrido «más o menos está dentro de posibles parámetros», relata.