JULIA SÁEZ-ANGULO. El «Libro de los artistas» es un recorrido estético, prácticamente “autobiográfico” del poeta, filósofo y profesor Ignacio Gómez de Liaño, publicado por Ediciones Asimétricas. Un total de 397 páginas, en letra pequeña, de alguien que conoce, contempla y reflexiona sobre el arte de unos autores que han sido de su interés y que van desde Salvador Dalí hasta Luis Gordillo. Un retrato acumulativo de su visión estética, “retrato arcimboldiano en el que se enhebran temas como el símbolo, la imagen y la imaginación” al decir del libro.
El mismo autor explica en la presentación del mismo que “Lo normal era que, a la vista del interés que mostraba por su obra, los propios artistas conociendo como conocían mi actividad literaria, me invitasen a escribir con ocasión, por lo general de alguna exposición. Además no he sido responsable de la selección que aquí se presenta de los escritos que les he dedicado. El responsable es el poeta y estudioso de arte José Luis Gallero. Él tomó la iniciativa de armar este libro, él selecciona los textos, él decidió que se sucediesen en orden cronológico”.
Entre los artistas seleccionados figuran Salvador Dalí, Sempere, Carlos Forns, José Viera, Carlos Alcolea, Alejandro Corujeira, Lugán, Herminio Molero, los Pichot, Brigitte Szenczi y Juan Antonio Mañas, Joseph Beuys, Valcarcel Medina, Juan Correa, Pablo Pérez-Mínguez, Javier Alkaín, Damián Flores, Manuel Franquelo, Alain Arias-Misson, Alfonso Albacete, Elena Asíns, José del Río Mons, Eduardo Scala, Rafael Alvarado, Rafael Cidoncha, Javier Utray, Wols, Nasreen Mohammed y otros. Gómez de Liaño aclara en su presentación que “los escritos aquí reunidos presentan dos rasgos comunes. En primer lugar, casi todos ellos hacen referencia a artistas cuya trayectoria conocía a fondo, lo que hacía que el texto brotase casi sin esfuerzo y con la seguridad que da el convencimiento de que se conoce aquello sobre lo que se escribe».
«El segundo rasgo es tal vez más importante para mí como escritor, los artistas me daban pie para que crease una página literaria, para que su obra y su persona me sirviesen para hacer literatura. Con lo cual efectuaba una especie de operación alquímica consistente en fundir arte y literatura, sin que ello quiera decir que la literatura –mi literatura- fuese a estar reñida con el conocimiento racional”. El «Libro de los artistas» añade además una buena selección bibliográfica de los textos de Ignacio Gómez de Liaño que no han sido incluidos en el libro y un índice alfabético para localizar pronto los distintos nombres y citas que se han incluido en el volumen.