ZACARIAS M. MAILLO. La afición del CD Tenerife, en una encuesta realizada por ElDorsal.com ha elegido a Luis Milla, con un 35% de los votos, como el jugador más destacado del equipo tinerfeñista en la victoria ante el Rayo Majadahonda. Malbasic quedó en segundo lugar y el portero Dani Hernández en tercero. «Luis Milla está siendo el jugador más regular del equipo canario y el director deportivo del CD Tenerife y Víctor Moreno ya trabaja en su renovación», añade la publicación sobre el jugador nacido en Majadahonda. Y es que el CD Tenerife consiguió la primera victoria como visitante de la temporada, ante el Rayo Majadahonda, y la alegría en el vestuario blanquiazul tras el partido se pudo ver en las redes sociales. Y es que si Adrián González, el hijo de Michel, se ganó en Majadahonda con su gol al Rayo la renovación por el equipo, Luis Milla ha hecho lo mismo con su partidazo en el Cerro del Espino. La prensa recogió el triunfo con los siguientes titulares: El periódico «El Día» abre la crónica con «El Tenerife se reencuentra con el triunfo fuera en el momento oportuno’», destacando el papel de los goledores Nano Mesa, Jorge Sáenz y Malbasic. Por su parte, el «Diario de Avisos» titula «Un año después, el Tenerife vuelve a ganar fuera de casa (1-3)». El diario Marca hace referencia al triunfo blanquiazul con «El Tenerife ya sabe ganar fuera de casa» y AS titula «El Tenerife resucita y gana fuera de casa un año después». Mi titular sería «El Tenerife anula a un Rayo resacoso» y ahora explicaré por qué.

Después de la borrachera de elogios del fin de semana pasada tras su victoria en casa del Deportivo de La Coruña, el Rayo Majadahonda ni supo ni pudo recuperarse de la resaca gallega en un partido que se presumía más asequible que aquél por jugarse en casa y contra un rival de nivel deportivo similar, ubicado en la tabla de la Liga 1,2,3 en puestos de rival directo en caso de amenaza de descenso. Sin embargo, nada fue como cabalmente se imaginó la afición, ya que el Tenerife le dio un auténtico baño de fútbol, liderado por unos extraordinarios Luis Milla y Borja Lasso, que anularon por completo al inexistente centro del campo local, con un inoperante Enzo Zidane, y un desdibujado Fede Varela.

Iriondo pareció asumir desde el principio el estado resacoso de su equipo al sacar al campo una alineación demasiado conservadora, casi inglesa, renunciando a su tradicional juego de toque y control, con seis jugadores de corte defensivo como son Luso, Morillas, Benito, Iza, Andújar y Oscar, solo dos mediocampistas (Enzo y Varela) y dos delanteros, los habituales Héctor y Ruibal. En efecto, aunque muy pronto el Rayo marcó el gol en un auténtico jugadón de todo el equipo, con paredes e internadas, hasta que Iza remató en la misma línea de la portería visitante, el Tenerife se desperezó y dominó el partido de principio a fin, con control y verticalidad, y anulando por completo al Rayo, que únicamente era capaz de llevar el balón al área chicharrera con saques largos de Basilio que o bien Héctor o bien Ruibal recibían con el pecho, de espaldas a la portería de Dani H.

Así, en el minuto 14, tras un saque de esquina, Malbasic asistió a Nano Mesa, quien con su pierna derecha marcó el gol del empate, que dejó helada a la afición majariega. Mención especial para el enfrentamiento entre el nueve tinerfeño y cuatro aficionados rayistas que desde los primeros asientos de la tribuna, justo por encima de los banquillos, partido tras partido, dan un ejemplo impropio de la idiosincrasia y saber estar de nuestro club de toda la vida. Haría bien el servicio de seguridad en atemperar el comportamiento de estos jóvenes seguidores majariegos.

La primera parte terminó con casi el 60% de posesión del equipo canario y en la segunda, salvo algún contado contraataque local, el partido se desarrolló con las mismas premisas que en los 45 minutos iniciales. Así, en el 54, un pase de Iker Undabarrena dejó desmarcado a Jorge Sáenz quien disparó duro y seco desde fuera del área, haciendo inútil la estirada del meta Basilio. Y ya para rematar la resaca del equipo de Iriondo, el siempre jaleado Basilio pifió un pase a su defensa muy lejos del área, tras salir a controlar un balón largo, que aprovechó Malbasic chutando desde casi el centro del campo a puerta vacía en las postrimerías del encuentro y mandando callar de forma inapropiada y desconsiderada a los aficionados majariegos que le habían provocado con anterioridad.

En definitiva, un enfrentamiento para olvidar que nos deja en igualdad de puntos con el propio Tenerife, que anula los tres puntos que logró el Rayo en La Coruña y que vuelve a bajar a la tierra al equipo de Iriondo. El próximo partido, ante un primera como es el Mallorca, se antoja importante, no ya para saber si se ha superado la resaca sino sobre todo para comprobar si lo de ocurrido frente al Tenerife fue solo un espejismo y retomamos de nuevo nuestro habitual tono de toque y control o bien nos va a tocar sufrir un poco más hasta el final de la temporada.