JULIA BACHILLER. En el turno de ruegos y preguntas de los concejales durante el ultimo pleno del Ayuntamiento de Majadahonda correspondiente al mes de junio se produjo un hecho curioso: la concejal de Cs, Silvia Rey, se hizo eco de la solicitud de otros ediles de dar continuidad a la “patrulla anti-botellón”, un departamento policial que tuvo gran eficacia en Majadahonda para «desarticular» altercados y ruidos en zonas apacibles de la ciudad tomadas por bebedores en la vía pública con ganas de bronca para zozobra de los vecinos que los padecen. «Son numerosos los casos de ruido y nocturnidad que se están dando en el municipio, entre los cuales destacan zonas de Parque de Colón, Gran Vía, Santa Catalina y Parque Delta», reflejaba la reseña de MJD Magazin del pleno. Una semana después, nuevo altercado nocturno en la Gran Vía con ruidos y borracheras, según desvelan las imágenes de Majadahonda TV:

Sobre los altercados en el Parque Delta fue la concejal naranja quien los denunció, por ser la zona donde reside y donde sufre los ruidos y molestias que ocasiona esta situación, motivo por el cual aseguró haber llamado a la policía: “he llamado hasta yo, pero ni caso. Como soy concejal me he anotado todas las veces que he telefoneado y tengo un “listadito” del nombre de los policías con los que voy hablando. Yo como ya me lo sé y me lo he aprendido, lo tengo anotado”. El desparpajo de la intervención y la mezcla de una situación pública y privada, motivó la pregunta del concejal Zacarías Martínez Maíllo: “Además de la señora Rey ¿Algún concejal más llama a la policía Municipal? ¿A título de concejal o a título de ciudadano?. Las preguntas no obtuvieron contestación porque el alcalde no lo permitió, aunque las alusiones fueron claras. Y hubiera estado bien haber despejado la incógnita. Ahora la situación se repite también en la Gran Vía y los vecinos han llamado nuevamente a la policía y se han personado en el Ayuntamiento con sus denuncias, pero lamentablemente, como muestran las imágenes, a pesar de los graves insultos y de la naturaleza del altercado (el borracho pedía que lo detuvieran pero no lo consiguió), solo se consiguió una cosa: despertar a los vecinos y alterar de nuevo su tranquilidad nocturna.

Majadahonda Magazin