El Punto Limpio de Majadahonda se ha tornado nacionalista con el pacto PP-Vox.

LIDIA GARCIA. «Ocho apellidos vascos» y su secuela «Ocho apellidos catalanes» hizo reir a toda España pero el pacto PP-Vox en Majadahonda ha decidido aplicarlo también al Punto Limpio ubicado junto a la Estación de Tren. Eso al menos me ocurrió esta semana, cuando un empleado del mismo me pidió el distrito postal para depositar los objetos reciclables y cuando le facilité el mío (28231) me dijo: «Eso es Las Rozas, no puede acceder a este recinto, esto es una concesión privada y estas son las normas». De nada sirvió alegar que vivo en Majadahonda, en una de esas «calles frontera» que fueron delimitadas en el siglo XVIII y que, aún perteneciendo a esta ciudad, están ubicadas administrativamente en Las Rozas, pues se accede al citado Punto Limpio andando. Y si puedo elegir colegio, centro de salud o ITV, nuestros nuevos políticos que gobiernan el Ayuntamiento han decidido modificar los «criterios de admisión» de residuos, ya que en la anterior legislatura esto no ocurría.


Lidia García

Las quejas contra el nuevo Equipo de Gobierno PP-Vox siguen en aumento y aunque los nuevos concejales ya han vuelto de vacaciones, alegan «silencio administrativo». Mientras tanto, a las administradas que hacemos el esfuerzo cívico por reciclar nos dan con la puerta en las narices. Vivo en Majadahonda desde el año 1.992 (27 años), mis hijos nacieron aquí, fueron a la guardería del Osito del Papel, estudiaron en el Rosalía de Castro, Caude, Bousoño y Margarita Salas, jugaron en el Rayo Majadahonda, disfrutan de su ocio en el Equinoccio o en Cines Zoco y pasean por la Gran Vía o el Monte del Pilar. Pero nuestro Ayuntamiento ha decidido que para reciclar no somos majariegos. Alucinante.

Y mientras tanto tenemos que aguantar a concejales que no viven aquí pero cobran sus sueldazos de aquí, a funcionarios que les ocurre tres cuartos de lo mismo y, ya el colmo, en un claro abuso de poder, nos consideran «extranjeros» por vivir en un «barrio frontera». Esto no pasaba ni en los años de plomo del País Vasco ni en la Cataluña del proces. ¿Para cuando una regulación de nuestra situación? ¿Nos impedirán en otra arbitrariedad administrativa tirar la basura al contenedor o circular por sus calles o carreteras si no tenemos carné administrativo de Majadahonda? ¿Quien los imparte? Por cierto, mis hijos y sus amigos tienen que ir a las instalaciones deportivas del recinto ferial de Las Rozas para jugar al fútbol (allí no piden «carné» de Las Rozas), mientras las protestas por la falta de canchas de baloncesto y el lamentable estado del campo de rugby continuan. Chapeau, a nuestros concejales de Gobierno, ya sé que les importa un bledo porque aún están lejos, pero les esperamos en las próximas elecciones. Y esto vale lo mismo para el Gobierno que para la Oposición, que tampoco se ha preocupado por este tema. A mí, vuestros abusos, no se me olvidan.

Majadahonda Magazin