MARIANA BENITO. Numerosos periódicos se hacen eco este mes de junio (2024) de la mudanza de un restaurante que deja el centro de Madrid para trasladarse a Majadahonda. Y estas son sus recetas y sus razones: «Despedida agridulce. Se acaban los tallarines de la abuela, el pollo al limón y las bolitas de arroz del restaurante chino Buen Gusto, en el madrileño barrio de Arganzuela. Desde hace 27 años, el local ha reinado en el Paseo de Santa María de la Cabeza gracias a la fama que le dio la visita del rey emérito Juan Carlos I, que fue en 2005 a cenar allí con unos amigos empresarios chinos que lo invitaron a probar la auténtica comida de Wenzhou, una región del sur de China famosa por su gastronomía», recuerda la periodista Lucía Franco. En cambio, Conchi Lafraya de «La Vanguardia» apunta que «se trata de uno de los restaurantes de comida china más emblemático y conocido en la capital. Entre otros motivos, porque el Rey emérito Juan Carlos I lo visitó en el 2005 y después solicitaba que se le enviase comida a la Zarzuela. De ahí, que de forma coloquial se le llamaba “El chino del Rey”.

A la entrada al restaurante, hay colgada una fotografía que recuerda aquella monarcal visita gastronómica. Este mítico restaurante fue abierto por Wu Zhenzhong y su familia ofreciendo comida auténtica y tradicional de Wenzhou, con productos de alta cocina, como abulones, vieiras… entre otros productos importados directamente desde su ciudad natal de Hong Kong. Pronto se hizo con clientes del barrio, familias chinas y ciudadanos de toda la ciudad que acabaron convirtiéndose en clientes habituales del local y hasta en amigos de la familia gestora china». En «El Mundo» es Daniel J. Ollero recuerda que «Los tallarines a la mostaza son una receta familiar de la abuela», explica la encargada.

TALLARINES A LA MOSTAZA.  «La ternera a la pimienta también es un plato muy bueno», apunta cuando se le pregunta por los segundos. Efectivamente, ambos platos son exquisitos. Sin embargo, tras los fogones esconden un secreto llamado Roger. Se trata de un cocinero filipino que, a menos de dos semanas para el cierre del local, puso fin a su relación laboral de forma abrupta tras llevar años trabajando jornadas de «casi 12 horas al día», «seis días a la semana» y «sin vacaciones», según relata él mismo con ayuda de un intérprete y sus abogados. La escena se produce en el restaurante Buen Gusto, situado en el número 60 de la calle Santa María de la Cabeza. Un local emblemático de Arganzuela conocido popularmente como El chino del Rey a causa de la visita que el ahora emérito, Juan Carlos I, hizo al local en el año 2005 para disfrutar de un menú degustación con el marisco como plato estrella. La foto de este encuentro da la bienvenida a quienes cruzan el umbral de la puerta junto a una pecera de langostas vacía de la que cuelga un cartel de Se vende por 1.200 euros».

ESTARÁ ABIERTO HASTA EL 30 DE JUNIO. Y la web de «Madrid Secreto» concluye: «Después de 27 años ofreciendo comida a vecinos del barrio y de otras zonas de Madrid (como de la Zarzuela, por ejemplo), el restaurante se despide así: “Queridos clientes, anunciamos con un dolor inmenso que, debido a la adquisición del edificio, tenemos que dejar este lugar que nos ha acompañado durante 27 años”. El motivo del cierre es el que es: el avance inexorable de grandes propiedades en edificios que antes se repartían entre vecinos. Desde Buen Gusto, no obstante, dejan en su Instagram una ventana abierta a la esperanza: “pero no es un adiós para siempre. Aunque el edificio donde nos hemos ubicado ha sido adquirido por otra compañía, les aseguramos que Buen Gusto volverá”. Hasta que sepamos cuánto dura este hasta luego, todavía quedan doce días para visitar el restaurante (cierran definitivamente el 1 de julio). Una forma de despedir o hacer un último homenaje a un restaurante al que en algún momento se le bautizó como el Chino del Rey por esa foto gigantesca del monarca emérito que (nunca mejor dicho) reina en el zaguán del restaurante acreditando su presencia».

LOS TITULARES DE LA PRENSA. «La agridulce despedida del restaurante chino de Madrid donde comió el rey emérito y en el que te sirve un robot. El local donde está el Buen Gusto ha sido adquirido por una empresa para hacer pisos turísticos y se traslada a Majadahonda en medio de un episodio de denuncias laborales: «Ya no tenía nada que perder», titula El Confidencial. «Adiós al restaurante Buen Gusto, conocido como el chino del Rey (Juan Carlos I), tras 27 años», subraya La Vanguardia. «El convulso final del restaurante chino favorito del Rey Juan Carlos: denuncias por «explotación» al cocinero y su local comprado por un fondo buitre. El denunciante pasó «15 de años de esclavitud» tras los fogones del restaurante Buen Gusto, según sus abogados», destaca «El Mundo». Y «Madrid secreto» concluye: «Cierra el mítico restaurante de comida china de Santa María de la Cabeza. «El Buen Gusto», conocido como el restaurante del Rey, cerrará sus puertas el 1 de julio de 2024 debido a que el edificio en el que se aloja ha sido comprado por una nueva propiedad».