«Si supieras la magnificencia de los números 3, 6 y 9, tendrías la llave del universo». Aparentemente, con esta frase Nikola Tesla había apuntado a un enigmático código de la creación y de la energía universal que se manifiesta como el mundo material. El mismo Tesla seguía una especie de ritual organizativo, haciendo cosas siempre en series de tres.

REGINA BUENDIA. Hemos llegado sin darnos cuenta al número 9 de este Rincón de Pensar este sábado 9 de marzo (mes tercero) de 2024. El 9 es un número apasionante, tanto que, además de las adivinanzas que tanto gustan a nuestros lectores (serán 3, que es múltiplo de 9), dedicaremos este Rincón enteramente al 9. «Si supieras la magnificencia de los números 3, 6 y 9, tendrías la llave del universo». Aparentemente, con esta frase Nikola Tesla había apuntado a un enigmático código de la creación y de la energía universal que se manifiesta como el mundo material. El mismo Tesla seguía una especie de ritual organizativo, haciendo cosas siempre en series de tres. Si se agrega 9 a cualquier número, éste finalmente suma el mismo número: 1+9=10 (=1); 2+9=11 (=2); 3+9=12 (=3); etc.


El Rincón de Pensar de Regina Buendía (MJD Magazin)

Quizás habría que mencionar también el hecho de que el embarazo en el ser humano suele durar 9 meses o 36 semanas. En el vasto reino de los números, uno en particular se destaca con una enigmática presencia: el número 9. A lo largo de la historia, el 9 ha intrigado a matemáticos, filósofos y numerólogos por igual, ofreciendo un sinfín de misterios por descubrir y desafíos por resolver. El número 9 posee una magia innegable. Desde la antigüedad, ha sido considerado un símbolo de plenitud, completitud y perfección. Se encuentra en el corazón de numerosos fenómenos matemáticos y naturales, revelando su presencia en la geometría, la aritmética, la música e incluso en la cosmología. Una de las propiedades más asombrosas del número 9 es su capacidad para mantener su identidad en muchas operaciones matemáticas. Por ejemplo, al multiplicar cualquier número por 9 y luego sumar los dígitos del resultado, siempre se obtiene 9 como resultado. Este fenómeno sorprendente, conocido como la regla del 9, sigue siendo un enigma para muchos.

3 ADIVINANZAS:
De Isabel, quitando el bel,
y de Lucas, lo postrero.
¿cómo se llama la joven?
Adivina, caballero

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Este banco está ocupado
por un padre y por su hijo;
el padre se llama Juan,
y el hijo ya te lo he dicho

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No ve nada
y ojos tiene;
si paso el rio
me sostiene


Albert Einstein

PASAPALABRA: DEPORTE. El Beisbol no es un deporte muy popular en España, será interesante conocer algunas curiosidades. Albert Einstein, el gran científico alemán, el padre de la teoría de la Relatividad, hizo en Nueva York amistad con Moe Berg, jugador de béisbol de origen judío nacido en Nueva York y, generalmente usado en la defensa, era un bateador deficiente, pero era conocido como el jugador más inteligente que había jugado el béisbol, hablaba 8 idiomas y se leía un libro diario. Daba ruedas de prensa sobre historia europea, se graduó en la universidad con cum laude en lenguas modernas, hablaba inglés, latín, griego clásico, francés, español, alemán, italiano y sánscrito, y trabajaba para la CIA mientras hacía carrera en las grandes ligas. Esto nada tiene que ver con el 9, pero nos da pie para hablar del beisbol: este deporte está regido por el número 9 y hay un poder oculto en ese número. 9 hombres están en el campo, 9 entradas u oportunidades de juego, 9 pulgadas tiene una pelota, cada base la separan 90 pies, que son 27 metros, o sea, 2+7=9, 18 metros del montículo al hogar, o sea, 1+8=9. 108 costuras tiene una pelota, o sea, 1+8=9 y el apellido del creador de este deporte fue Doubleday que tiene 9 letras, ahí está el enigma.

Un circulo tiene 360 grados y misteriosamente su valor sumado por separado nos da 9

PASAPALABRA: EL TIEMPO. Otras interesantes relaciones con el 9 (hay que decir que muchas ocurren por la elección de utilizar los 360 grados para un círculo, 60 segundos para 1 minuto y 60 minutos para 1 hora, siguiendo esta matriz de 360, así como también por la elección de un sistema decimal): El día tiene 1.440 minutos, que suman 9. El día tiene 86.400 segundos, que suman dos veces 9. La semana tiene 10.080 minutos, que suman 9. El año tiene 525.600 minutos, que es múltiplo de 9. Un círculo en el espacio está formado por 360 grados (3+6+0=9), cuya mitad son 180 grados (1+8=9), cuya mitad son 90 grados (9+0=9), cuya mitad son 45 (4+5=9), cuya mitad son 22,5 (2+2+5=), cuya mitad son 11,25 (1+1+2+5=9) y la suma 9 de cada mitad, así se repite hasta el infinito. PASAPALABRA: NUMEROLOGÍA. Por empezar, si sumamos todos los números de nuestro sistema [1+2+3+4+5+6+7+8+9], obtenemos el 45, que a su vez suma 9. Es un numero indestructible, pues por muchas veces que se multiplique o sume a su propio múltiplo se sigue obteniendo el 9, cosa que no ocurre con ningún otro número. Si sumamos 9 más otro número, el resultado sumado separadamente da el mismo número como resultado final. Si multiplicamos un número por 9 da un valor cuya cifra al sumarlo dará 9 o un múltiplo de 9. Como sabemos un circulo tiene 360 grados y misteriosamente su valor sumado por separado nos da 9, pero no solo eso: dividamos el círculo en muchas mitades y siempre el resultado será 9.

Beethoven

PASAPALABRA: LA NOVENA DE BEETHOVEN. Y para cerrar, como no podía ser de otra manera: La Novena Sinfonía de Luis Van Beethoven. La Novena Sinfonía es una página de inspiración sublime en la que el genial compositor pintó la agonía de un corazón humano que en medio de fatigas y sufrimientos continuos, suspira por un día de alegría verdadera, que no ha podido gozar todavía por entero y en toda su pureza. La primera audición de esta obra colosal tuvo lugar en Viena el 7 de mayo de 1824. Cuando la obra se estrenó, Beethoven ya se había quedado completamente sordo. Sucedió 10 años después de la Octava, el 7 de mayo de 1824, Según cuenta la historia, pese a ello, dirigió aquella Novena Sinfonía valiéndose de sus dotes para la lectura de las partituras. Sin embargo, cuando la música llegó a su fin, incapaz de escuchar los aplausos del público, tuvo que ser alertado por los propios músicos de la orquesta para que se diera la vuelta. Pero, volvamos al 9. Varios compositores fueron reacios a escribir su propia «Novena», ya que, si lo hacían, temían morir poco después, tal y como le ocurrió al genio alemán a los 3 años de componerla. Además, deseaban evitar comparaciones entre sus «Novenas» y la de Beethoven, considerada por muchos como una de las mejores piezas musicales jamás escritas.

Todos murieron a los 27 años… aunque hay que señalar que es una leyenda urbana

PASAPALABRA: OTROS 3 MÚSICOS Y EL CLUB DE LOS 27. Esta superstición, conocida como «La maldición de la Novena sinfonía», marcó a músicos como Josef Anton Bruckner, Franz Peter Schubert y Gustav Mahler. De hecho, ningún compositor logró sobrevivir a la composición de su Novena sinfonía hasta que en 1953 Dmitri Shostakóvich rompiera el «maleficio» componiendo una décima. Franz Peter Schubert es un caso curioso, ya que escribió una Novena sinfonía, pero la tituló como su octava. Se cree que lo hizo para esquivar la supuesta maldición. Cuatro décadas antes, Gustav Mahler tuvo menos suerte sorteando la maldición. El compositor austríaco buscó un nombre alternativo para la que iba a ser su Novena, que no numeró y que tituló «La canción de la Tierra». La trampa que quiso poner al destino no le llevaría muy lejos: no vivió para terminar su décima sinfonía. De alguna forma, la leyenda sigue viva, incluso hay quien piensa que la del llamado Club de los 27 desciende de esta: 2 y 7 suman 9. Todos murieron a los 27 años… aunque hay que señalar que es una leyenda urbana.

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La solución a las Adivinanzas: 1-Luisa. 2-Esteban. 3-El Puente.

 

 

 

 

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