El Rayo Majadahonda fue por delante del marcador durante 1 hora pero 3 minutos le bastaron al Real Madrid-Castilla para darle la vuelta a un partido que parecía controlado por los majariegos

FEDERICO MTNEZ. No pudo ser. El «sueño» del Rayo Majadahonda, que durante 1 hora estuvo dominando el partido frente al Real Madrid-Castilla (1-0), se convirtió en «pesadilla» cuando el cuadro merengue consiguió darle la vuelta al marcador en apenas 3 minutos y finalizar 1-2 un partido que cuando menos mereció el reparto de puntos. ¿En que falló el conjunto majariego para irse de vacío en su estadio cuando la victoria la acariciaba a falta de 20 minutos para el final?. Parece un tópico del fútbol pero es lo que realmente ocurrió: los rayistas creyeron que a los «cachorros» blancos se les podía ganar solo con mayor oficio y experiencia y así lo demostraron durante 1 hora larga del partido, ya que hasta el 1-0 obra de Nando a magistral pase de Pinillos, el Rayo Majadahonda dominaba el partido y prolongó aún más la situación hasta el minuto 75. Sin embargo, esa misma convicción de que los de Raúl González no hacían daño y la doble línea rayista lo alejaba del área, fue la «tumba» del equipo local: el sistema defensivo colapsó en dos geniales jugadas al espacio y por detrás de la defensa en las que, en 3 minutos, primero el ex majariego Dotor y después Alvaro Daniel hicieron estallar las esperanzas majariegas de ganar un partido ante el subcampeón de liga, encuentro que además los rayistas parecían tener razonablemente controlado.


Es cierto que Alayeto no acertó en una jugada postrera en la que pudo conseguir el empate tras disparo algo desviado a un balón que le cayó del cielo. Y que previamente Jeisson no calculó bien el pase de la muerte a Nando cuando el «puma» cazó un balón al portero madridista, lo que pudo ser el 2-0. Tampoco resolvió Mario a dar una estocada final cuando dentro del área prefirió dar un pase y no disparar a puerta estando en solitario. Denasiado perdón para los «niños buenos» del Real Madrid. Y es que el Rayo Majadahonda daba un recital de pases y control para conservar ese 1-0, sabedor de que jugar al intercambio de golpes frente a un equipo más joven y rápido hubiera sido suicida con el marcador a favor.

Sin embargo, el «Plan B» para frenar al Real Madrid-Castilla en caso de resultado igualado o adverso ya era otro cantar. Cuando llegaron los dos goles madridistas, Alfredo Santaelena hizo cambios y el propio equipo se puso las pilas pero ya se hizo tarde: los sosiegos de antaño se convirtieron en premuras de hogaño y ya apenas había tiempo para el empate. En ese sentido, el encuentro se pareció mucho a ese España-Japón del Mundial de Qatar, donde los nipones trocearon a la selección española en apenas 4 minutos tras un control español abrumador. Una oportunidad perdida para salir del descenso de la que toca levantarse para, como buen padre, ir a ganar otra vez fuera de casa -en esta ocasión en Pontevedra- lo que luego se gasta dentro de ella.

 

Majadahonda Magazin