

Un conocido restaurante de la Casa de Campo
«El reconocido grupo Casa Remigio se encargará de uno de los espacios después de su exitosa experiencia llevando el restaurante Café del Río, en el parque Madrid Río, uno de los lugares más demandados para celebrar eventos en la ciudad, y de los diferentes quioscos del parque lineal. Esta firma ya se encarga de restaurantes en Cádiz o Cartagena de Indias (Colombia). Otro de los quioscos lo regentará los mismos responsables que gestionan ahora El Embarcadero», señala el artículo. Y añade: «Las concesiones serán por 15 años con dos prórrogas de cinco años cada una. Dentro de los pliegos de las licitaciones se especificaba que todos los quioscos deberán tener la misma estética exterior, prescindiendo de los chamizos y las carpas, y dando la opción a los hosteleros de que se instalen pabellones acristalados con los mismos ornamentos. En el interior, cada quiosco puede ser decorado como quiera el ganador de la concesión».
Por último concluye: «Va a ser un proyecto gastronómico potente», precisan fuentes del sector de la hostelería sobre las modificaciones propuestas por el Consistorio, que quiere revitalizar esta zona, muy visitada sobre todo durante los fines de semana. Según ha sabido este periódico, hasta mayo o junio no podrá abrir uno de los primeros quioscos tras la reforma, por lo que durante los meses de marzo, cuando vence la última concesión que queda, y abril no habrá ningún quiosco abierto en la zona. En la actualidad solo quedan abiertos dos restaurantes en la zona del lago y cerrarán el 1 y el 2 de marzo. Estos locales tenían una concesión de 10 años que expiró en el 2017 y por la que pagaban un canon anual de 40.000 euros. Debido a las obras del lago, que fue vaciado para su limpieza, los negocios obtuvieron una prorroga más de dos años aunque se le duplicó casi el precio anual ya que pasaron a desembolsar 75.000 euros al año pese a que el estanque, uno de los principales atractivos de la zona, estaba en proceso de renovación. Algunos de los camareros que todavía están apurando sus últimos día de trabajo esperan que puedan encontrar un empleo en los nuevos negocios. «Llevamos 10 años aquí y tenemos muchos clientes fieles que nos han pedido que podamos seguir», señaló uno de los empleados. «Salvo dos restaurantes que van a seguir los demás nos quedamos en la calle», contó otro de los profesionales de los quioscos.




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