
Y lo detalla así: «Esta forma galénica supone una solución para entre 1,5 y dos millones de varones españoles que padecen disfunción eréctil (DE). El ajuste de las cantidades constituye uno de sus puntos diferenciales, ya que permite la autonomía del paciente, siguiendo las indicaciones de su médico, «hasta ahora todos los pacientes utilizan una dosis de tratamiento farmacológico indicada por el especialista para la Disfunción Eréctil que guardaba una relación con las presentaciones disponibles, en el caso de sildenafilo 25, 50 y 100 miligramos», apunta Moncada. Los facultativos con una única receta pueden pautar una dosis más cómoda, eficiente y personalizada, sobre todo, si se tiene en cuenta que generalmente se requiere hacer un ajuste de la misma: «No todos los pacientes requieren a priori la misma dosis y, probablemente, no requieran la misma dosis en distintas circunstancias», añade el secretario general de la Asociación Española de Andrología. Por su parte, Javier Romero-Otero, jefe del Servicio de Urología en los hospitales HM Montepríncipe y HM Puerta Sur y coordinador de Andrología de la Asociación Española de Urología (AEU), explica que la DE supone un trastorno que impide poder tener o mantener una erección suficientemente firme para tener relaciones sexuales satisfactorias, y ha ahondado sobre cómo afecta a la calidad de vida de quienes la padecen y sobre las alteraciones psicológicas que bien pueden ser causa o consecuencia de la impotencia, como la ansiedad, por el miedo a no cumplir, o la depresión».
«Bandol, la ‘Viagra líquida’ que facilita el autoajuste de dosis por el paciente» es el titular de El Mundo donde la periodista Naiara Brocal señala como en el tratamiento de la disfunción eréctil se utilizan tres dosis de sildenafilo, 25, 50 y 100 mg, aunque a la mayoría de pacientes se les indica al menos la dosis de 50 mg, según expone de nuevo Juan Ignacio Martínez Salamanca, urólogo del Hospital Puerta de Hierro-Majadahonda y director Médico de Lyx Instituto de Urología (ambos en Madrid). «Personalmente, en la mayoría de los casos prefiero asegurar la eficacia con una dosis de 100 mg y si acaso, probar después dosis menores«. Los medicamentos inhibidores de la fosfodiesterasa 5 para disfunción eréctil, como sildenafilo vardenafilo, tadalafilo y avanafilo, no tienen financiación pública en España, «aunque curiosamente las mutuas sí que lo financian», señala Moncada. En Reino Unido, donde hay una presentación de venta libre, y en Estados Unidos sí se contempla su reembolso en determinadas situaciones. «Uno de los grandes problemas de estos fármacos es que como tienen un precio alto conducen a discontinuación y abandono del tratamiento. El que el paciente pueda jugar con distintas dosis puede facilitar que lleve a cabo mejor la terapia», expone Romero-Otero.
Además, los especialistas recuerdan que están sujetos a prescripción médica. «El principal argumento de la Agencia Europea de Medicamentos para no considerarlos fármacos de venta libre fue que detrás de la disfunción eréctil puede haber un problema de salud importante«, recuerda Martínez Salamanca. «El sildenafilo nos permitió cambiar el paradigma y comprender que su origen es la mayoría de las veces orgánico y no psicológico; nos enseñó que la hipertensión, la diabetes, el colesterol, malos hábitos de vida dañan los vasos sanguíneos de pequeño calibre y donde se empieza a manifestar la enfermedad cardiovascular es en el pene«, agrega Romero-Otero. Los especialistas señalan que en España entre 1,2 y 2 millones de hombres padecen disfunción eréctil, y su frecuencia aumenta con su edad. Pero buena parte del consumo de sildenafilo se atribuye a un uso recreativo, en combinación con alcohol y otras drogas. Los especialistas no se declaran preocupados por si la Viagra líquida puede aumentar un uso fuera del contexto médico. «El uso recreativo existe desde hace tiempo y se ha demostrado que el fármaco es extraordinariamente seguro«, defiende Moncada.







