El varillero, una profesión cada vez más demandadaTradicionalmente cuando recibíamos un impacto en nuestro vehículo acudíamos al taller de chapa y pintura de confianza para reparar ese golpe que tanto daño nos hacía a la vista. Pero como en otros ámbitos de la vida, todo está cambiando. En la era de la digitalización, la programación, los e-sports, etc. hay un sector que está volviendo a los métodos más tradicionales. Se trata del oficio de varillero, una suerte de chapista que, de manera totalmente artesanal, hace que la chapa de nuestro coche recupere su forma original, sin necesidad de pintar, siempre y cuando la pintura no se haya visto afectada. El varillero utiliza para ello varillas de precisión, con puntas redondas y pulidas, que permiten reparar la chapa del coche dañado con sumo cuidado, y devuelven ésta a su estado original, sin generar polvo ni olores y sin necesidad de utilizar disolventes que puedan provocar problemas medioambientales o alérgicos.


Un método, en definitiva, totalmente artesanal y altamente valorado tanto por los clientes más exigentes como por las compañías aseguradoras, por su óptimo acabado final. “Los menores tiempos de reparación frente al taller “de toda la vida” y la limpieza a la hora de entregarnos nuestro coche”, son aspectos también muy valorados, como nos indicaba un cliente de varillero.com, el taller de referencia de la zona noroeste de Madrid al que hemos acudido para la elaboración de esta noticia.

Entre sus trabajos más habituales, destacan las “incómodas” marcas de “portazos” que nos encontramos en nuestro coche de manera más frecuente de lo que nos gustaría cuando aparcamos en batería, así como la reparación de granizo, un fenómeno cada vez más habitual y que cobra especial protagonismo en estos meses de verano. Los varilleros son verdaderos especialistas en la reparación de las abolladuras provocadas por la precipitación de este elemento, sin pintar, sin lijar y sin aplicar masilla, de modo que el vehículo conserva tras la reparación toda su pintura original y, por tanto, su textura, color, y garantía del fabricante, algo a tener en cuenta en estos tiempos de ajustes para las familias.

Majadahonda Magazin