LIDIA GARCIA. El servicio de Microbiología es uno de los que siguen en primera fila la llegada del coronavirus. Son los encargados de hacer los análisis a los casos que establece el protocolo. Lo supervisan dos personas y si el resultado es positivo deben enviar muestras el Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda para confirmar el resultado. “Nosotros hacemos el diagnóstico viral. Utilizamos tres genes del coronavirus que apareció en China y es posible que en otros sitios utilicen otros genes. Majadahonda nos confirma el resultado con técnicas alternativas y nos ofrece la secuenciación del virus”. Esto explica el jefe de Microbiología y catedrático de la USC, Benito Regueiro. Señala que el virus está en fase de recombinación, “está aprendiendo, buscando su equilibrio y nosotros estamos empezando a entender cómo nos está afectando. Esto supone que nos podemos encontrar cosas nuevas desde el punto de vista clínico, porque está en fase de ajuste, y por eso se debe mantener la alerta. Implica que los sistemas de diagnóstico que hemos diseñado, que son básicamente de biología molecular, pueden tener algún problema. Esto no es blanco o negro, tenemos que interpretar curvas complicadas a veces. Todos los centros de España hemos establecido un diálogo con Majadahonda para la confirmación del caso”.
La entrevista del periodista R. Suárez de la revista Atlántico al catedrático de Microbiología, Benito Regueiro, arroja más luz al origen de este virus y como combatirlo hasta que se encuentre la vacuna, que Israel espera poner en circulación en el plazo de 1 año: «Regueiro apunta que la fase de contención en la que estamos tienen como objetivo intentar convencer al virus, que ha saltado de especie, de que vuelva adonde estaba porque no somos rentables. De ahí las medidas de seguimiento de contactos, aislamiento, cuarentenas. El catedrático no sabe cómo acabará esta batalla, pero sí reconoce que el virus “es más listo que nosotros”. Lleva más tiempo sobre la Tierra y señala que hay publicaciones que lo sitúan ya en la época de los dinosaurios».
“Tiene una genética antigua con una enorme capacidad de adaptación y saltó de los murciélagos a los humanos a través de un intermediario. Ahora los humanos nos hemos puesto de acuerdo para que vuelva adonde estaba, para intentar contenerlo, otra cosa es que seamos capaces de hacerlo, y en caso de que se quede como virus circulante ver cómo será”. Reconoce que los brotes de enfermedades nuevas han tenido costes económicos muy grandes, y que en algún caso cambiaron el curso de la historia. “Se está haciendo una gran inversión y todo el mundo está comprometido. Es importante que la gente lo entienda. Hay que tener tranquilidad, pero mantener la alerta sanitaria y una disciplina por el bien de todos”. Preguntado por el coste de la prueba del coronavirus que se realiza señala que son unos 20 o 25 euros, pero que «se harán muchas más en función de como evolucione y a esto se suman el resto de gastos sanitarios en el diagnóstico y atención de la dolencia», concluye el artículo.
¡Bien por nuestros CIENTÍFICOS!
Teresa Gómez