Embarazo y depresión (Majadahonda): "no sentirte como una loca"

Embarazo y Depresión en Majadahonda: una paciente señala «la importancia de verbalizar las cosas para no sentirte como una loca»

LIDIA GARCIA. «La experiencia del programa del Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda» es el título de un artículo publicado por las médicas Ibone Olza Fernández e Inmaculada Palanca Maresca que se difundió desde los «Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiatría de enlace». En el mismo se describen los casos de embarazadas que han acudido a este hospital de Majadahonda con ansiedad o depresión. Junto a otros casos recopilados por la periodista Ana Torres Menárguez, que los recopiló el diario El País este 9 de agosto (2022), constituyen ejemplos de un tema tabú que apenas asoma a los medios de comunicación: la otra cara del embarazo y la extraordinaria fragilidad de algunas mujeres al afrontar lo que debería ser la más hermosa etapa de su vida: alumbrar una nueva existencia humana. Los casos descritos son los siguientes: Elena Sánchez (37) venía de una pérdida perinatal en la semana 38 de gestación (son un total de 40): “Mi embarazado fue muy traumático, es muy duro porque todo el tiempo estás pensando que te va a pasar lo mismo. Sales de las revisiones, ves que todo está bien, pero el subidón te dura un par de días y vuelves a tu bucle”. Ella no quería que nadie supiese que estaba embarazada por si lo perdía y pidió trabajar desde casa. “La terapia me ayudó muchísimo, este servicio debería estar en todos los hospitales, nos lo merecemos como mujeres”.


«Gestante de 44 años que está en la semana 10 de gestación y es remitida a la consulta externa de psiquiatría perinatal tras haber solicitado Interrupción Voluntarias del Embarazo (IVE): «Refiere que es su cuarto embarazo: ha tenido dos abortos espontáneos tempranos y el año anterior sufrió una pérdida fetal en semana 23. Dicha pérdida se produjo tras pasar dos semanas hospitalizada con rotura de bolsa amniótica y cuadro infeccioso materno grave, que motivó en última instancia la finalización de la gestación, lo que la paciente vivenció con sentimientos de culpa. En los meses siguientes presentó sintomatología depresiva grave. En la entrevista inicial se diagnostica un trastorno de estrés postraumático parcial, secundario a los eventos que rodearon la perdida fetal en la gestación anterior, que revive constantemente desde que sabe que está embarazada nuevamente».

Laura Gamella (33 años) cuenta que la muerte del que iba a ser su segundo hijo en el segundo trimestre del embarazo por malformaciones fetales le hizo perder la inocencia. “Te vuelves a quedar preñada y vives con miedo, en alerta constante porque sabes que los bebés se mueren”. En su tercer embarazo le hablaron de las médicas de Puerta de Hierro y no dudó. “Deseaba que llegara el viernes para desahogarme en la terapia, la importancia de verbalizar las cosas para no sentirte una loca, me costaba mucho vincularme emocionalmente con el bebé, pasaban las semanas y no sentía nada”. Una complicación la obligó a mantenerse en reposo absoluto durante más de 5 meses. Seguía la terapia por zoom y le enseñaron técnicas que le funcionaron para vincularse con la niña. “Ejercicios en los que tenías que imaginar cómo sería el bebé, hablarle, hacer meditaciones con los movimientos fetales o escribirle una carta contándole tu ilusión por verla… cuando estás así necesitas la ayuda de un profesional”.

Paciente de 42 años, en 7ª semana de embarazo ingresada por ánimo bajo e hiperémesis. Antecedentes médicos: «diabetes mellitus tipo I de inicio juvenil; hipotiroidismo en tratamiento y trastorno adaptativo en tratamiento con paroxetina. Ese mismo año ha sufrido un cuadro de pérdida de agudeza visual diagnosticado de esclerosis múltiple con afectación nervio óptico bilateral e importante pérdida de visión, en tratamiento con betaferón. Años atrás había tenido 2 abortos espontáneos y 2 intentos fallidos de reproducción asistida. Cuando se confirma el embarazo actual, no buscado ni esperado, suspende de forma brusca tratamiento con paroxetina presentando en el momento de la valoración inicial síntomas de retirada que agravan cuadro de hiperémesis gravídica. A la exploración la paciente expresaba preocupación, agotamiento emocional y ambivalencia hacia embarazo, con importante inestabilidad. Fue diagnosticada de reacción adaptativa agravada por retirada brusca de antidepresivo. Se inició seguimiento psiquiátrico perinatal. En el segundo trimestre presentó un empeoramiento grave en el estado de ánimo, acompañado de sentimientos de incapacidad sobre las propias capacidades de cuidado de su futuro bebé y ocasionales deseos de muerte. Se diagnosticó un episodio depresivo moderado, iniciándose tratamiento con venlafaxina y psicoterapia con buena respuesta».

 

 

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