Curioso cartel de un colegio de Majadahonda ©Barbancho

LIDIA GARCIA. La interrupción de clases universitarias durante al menos 15 días a causa del «coronavirus» están aflorando ofertas de estudiantes que se postulan para cuidar niños, dar clases de refuerzo o apoyar a los abuelos. Este es el caso Ana Sánchez, de El Carralero, que ha utilizado las redes sociales para difundirlo: «Hola, mi nombre es Ana, tengo 21 años y soy universitaria de tercer año. Me encantaría cuidar de tus hijos durante la semana del 16 de marzo. Tengo disponibilidad durante todo el día. También puedo ir por las noches. El precio sería de 8€/hora pero al tratarse de una situación como esta, podría rebajarlo«, añade. O Sara Santos Mery, del Monte del Pilar: «Debido a estos 15 días que estaremos en cuarentena, me ofrezco a cuidar a los niños del barrio. Me llamo Sara, tengo 18 años y al ser universitaria no tengo clase tampoco, por lo que estoy libre todo el día. Cobraría 10€ la hora. Si estáis interesados escribidme, ¡estaré encantada de echar una mano!». Patricia Gracia de Las Encinas se ofrece así: «¡Hola chicos! Estudio educación primaria y infantil !Me ofrezco a cuidar niños y darles clases a quienes lo necesiten!».


El Colegio Santa Catalina de Majadahonda, portada en El Mundo

Lucía Nuñez de El Plantío también informa: «A causa de la situación actual y por las molestias que pueda ocasionar el cierre de colegios, dejo aquí mi número por si alguien quisiera que atendiera a sus hijos/ diera clases particulares (que es a lo que actualmente me dedico) en El Plantío ocasionalmente. Contacto: 651956201″. O Daniel Ochoa del Monte del Pilar: «¡Hola! Soy un estudiante de 2° de Matemáticas y Economía que se ofrece a dar clases particulares en Majadahonda de Matemáticas de todos los cursos y de apoyo a otras asignaturas. También tengo un nivel C2 en inglés. Teléfono: 722794756″. Incluso para quienes buscan un respiro los fines de semana, como sugiere Ana Maria Dos Santos: «Tengo disponibilidad para trabajar por horas los fines de semana. Cuidado de personas mayores, niños, mascotas, limpieza, etc… Tengo recomendaciones». Por último, Gema Álvarez (El Carralero) deja este mensaje: «Soy profesora de educación infantil y primaria, y con lo que está pasando ni puedo ir a trabajar estos días. Me ofrezco para trabajar como canguro. Soy cariñosa, responsable y paciente. Mi móvil es 658758543». E Idalia Gomez, (Las Encinas): «Hola vecinos, por el cierre de guarderías colegios y universidades me ofrezco a los papás y a las mamás para ayudarles con los peques. Vivo en la zona de la urbanización la Cabaña. Mi contacto es 623331908».


«Los abuelos, precisamente la opción más peligrosa por su vulnerabilidad, parecen ser la primera posibilidad»

El periodista Quico Alsedo también en el diario «El Mundo» señala que estos días «Niñeras y abuelos son las ‘profesiones’ más demandadas en el Madrid del coronavirus: «Es un marrón enorme», según lo definen los padres y madres afectados. Y conforme los colegios y escuelas infantiles se vaciaban de críos este martes de locura y coronavirus en Madrid, comenzaban a aparecer los carteles de oferta de canguros, babysitters, nannies y todo tipo de cuidadoras/es para solventar el «marrón enorme de 15 días con los niños colgados en casa«. La expresión es de Susana, una universitaria de 21 años y residente en Majadahonda, que colgó ayer un cartelito en un cole de su pueblo y recibió «varias llamadas».

«La gente está lógicamente desesperada, no saben cómo solucionarlo y ahí los universitarios por ejemplo podemos echar un cable y hacer un dinerito«. «Economía colaborativa o argentinización y trueque en tiempos de (cuasi)cuarentena, lo cierto es que la decisión del Gobierno regional de cerrar al menos 15 días los colegios y escuelas infantiles de Madrid ha dejado al común de los padres colgados de la brocha con sus hijos. Teletrabajo, abuelos… O cuidador/a, las únicas soluciones. Pulsando el sector, se advierte un incremento «notable» de los servicios, pero no una demanda desmedida: los abuelos, precisamente la opción más peligrosa por su vulnerabilidad, parecen ser la primera», concluye el reportaje.

Majadahonda Magazin