MANU RAMOS. Gorka Giralt, el portero que estaba a prueba en los amistosos del Rayo Majadahonda este verano 2021 y que cuajó una buena actuación frente al Alcorcón (0-1), ya es nuevo jugador del Rayo Majadahonda. El guardameta donostiarra de 25 años y 1,90 metros de estatura viene al Cerro del Espino a disputar la titularidad a Nereo Champagne y aunque lo tiene difícil y en principio será el cancerbero para la Copa del Rey, lo cierto es que ganas e ilusión no le faltan, como se está viendo en la pretemporada. Nacido en San Sebastián, Gorka jugó en el Madridejos antes de recalar en Burgos pero viene precedido de esa histórica escuela de porteros que es el País Vasco, pues jugó en la Real Sociedad B, Portugalete e incluso en el filial del Oviedo, el Vetusta.


La ficha que de él tenía la Real Sociedad no deja lugar a dudas: «Portero zurdo de gran estatura. Ágil y valiente en el área. Regresa al Sanse tras estar cedido en el Portugalete la temporada pasada», señalaban sus informes técnicos. En el reciente partido contra el Alcorcón, el diario AS destacó el paradón «que sacó de forma notable el cancerbero Gorka«. Y añadía que «Juan Hernández lo intentó de falta, pero se encontró con Gorka, en la única ocasión de relativo peligro que tuvieron los alfareros antes del entretiempo». En la hemeroteca deportiva se registran también declaraciones de Gorka en un partido ante el Navalcarnero tras jugar contra el «Sanse» madrileño con el «Sanse» donostiarra, donde dejó evidencias de que se defiende tan bien ante los micrófonos como bajos palos: “Fue importante para nosotros, ya que no empezó bien el partido porque nos metieron el gol en el primer minuto. Pero el equipo siguió trabajando y reaccionó de una buena manera. Hicimos ocasiones y merecimos el partido”, comentaba entonces Gorka Giralt a «Mundo Deportivo», que consideraba que pese a que los resultados habían mejorado notablemente, no se habían producido cambios.

“Estamos trabajando de la misma manera y la reacción pienso que ha sido fruto de todo el trabajo que hemos hecho. Trabajamos igual pero nos faltaba, no sé si fortuna o qué, pero nos costaba cerrar los partidos. Nos han metido muchos goles en los últimos minutos, goles tontos, pero llevamos cinco partidos sin perder y esperemos seguir así”, comentaba. Y es un portero al que le da igual la hierba que el cesped artificial, que alguno se encontrará aún en esta Primera RFEF: «Ante el Navalcarnero vaticina “un partido duro, más físico que técnico. Es un campo de hierba artificial, va a ser botón y nos tendremos que adaptar a un terreno de juego diferente al que estamos habituados”. Tres de los campos de la Primera RFEF son de césped artificial (Unionistas, Dux Internacional y Sanse) y alguno todavía recuerda demasiado a lo que fue la reciente Segunda B. La Primera RFEF exigirá gradas en todo el perímetro del campo y capacidad para 4.000 espectadores sentados, pero en la temporada 2023/2024. Actualmente unos cuantos estadios no cumplen con esos requisitos. Dentro de dos temporadas no podrá haber ningún equipo que juegue con césped artificial en esta división.

 

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