ANDRES PIMENTEL. Desde el punto de vista empresarial, comercial y de la hostelería, las fiestas locales de Majadahonda 2022 y de cualquier otra ciudad representan una fuente de ingresos y de difusión de suma importancia. El programa de Festejos en numerosos municipios aprovecha para promocionar a los comercios locales que aparecen en sus páginas, pero aquí ni siquiera hacemos uso del elevado coste de la revista municipal para darlos a conocer de forma gratuita, ya que a día de hoy no hay una guía empresarial y comercial actualizada a disposición publica donde aparezcan estos comercios y empresas. Y me consta que existe una que permanece inédita por la desidia y pésima gestión del Ayuntamiento y de una organización empresarial del municipio que privilegia el Equipo de Gobierno PP-Vox. La concejal de Comercio, Silvia Saavedra, en su habitual y ya tópica llamada a la «dinamización del comercio local«, ha destinado su elevado presupuesto a la realización de festejos musicales callejeros, con el consentimiento y amparo del Círculo de Empresarios de Majadahonda, que se limita a incluir su logotipo y a poner la mano, en lugar de defender los intereses y derechos de los comerciantes.
Esta es la razón por la que el Círculo recibe elevadas subvenciones sin mostrar transparencia alguna de su destino, tan solo proporcionando curiosos justificantes -recordamos las facturas del «trenecito» que cobraba su gerente o de la «marcha nórdica» del amigo de la presidenta– ante el Ayuntamiento, siempre de manera interna y opaca. De esta forma, esta curiosa asociación podría definirse como un «ente» sin apoyo del tejido empresarial, carente de propuestas e iniciativas ante el consistorio pero sí en supeditación directa con el mismo, como así puede demostrarse. En esta ocasión, año 2022, no ha logrado superar (ni siquiera igualar) el número de hosteleros que han colaborado en el Concurso de la Tapa, pasando de 52 en el 2019, a 39 en el 2022, demostrando así que la rentabilidad de la iniciativa queda descartada.
Este termómetro ya indica que el sector hostelero de Majadahonda le ha dado la espalda al equipo de Gobierno que, salvo una excepción –la de siempre por el de siempre– solo beneficia a un bar restaurante por afinidades ideológicas, rompiendo la baraja de la igualdad que todos los establecimientos deberían tener y optando por los bastos privilegios ante la autoridad municipal. No hay que ser un as para descubrir de quien se trata. Es cierto que el llamado Mercado Medieval amplía su estancia un día más del habitual, pero es evidente que ni la concejal ni la asociación escuchan a los comerciantes. O no saben o no quieren hacerlo, ya que a muchos no les agrada este tipo de competencia en la calle, según se escucha decir al gremio de la hostelería. Y ya que el Círculo de Empresarios no los representa, esto es algo que deben ser ellos los que se encarguen de trasmitirlo directamente, al Ayuntamiento, medios de comunicación y redes sociales. Próximo capítulo: las Peñas y los Toros
Muy agudo, bravo 👏🏻 👏🏻👏🏻
Muy bueno el guiño a cierto bar de Majadahonda, que su local es de 2×2 metros pero su terraza ocupa un 200%… Abro yo un bar y hago eso y tengo a los locales todos los dias para multarme
Da nombre . No tiremos la piedra ….
piensa piensa… y lee el artículo, de todos modos lo que describo podría aplicarse perfectamente a varios establecimientos.