La Fundación Francisco Umbral de Majadahonda hace entrega este lunes a las 19:30 horas en la Real Casa de Correos de Madrid (Plaza de la Puerta del Sol, 7) de su premio al Libro del año 2015. La obra literaria ganadora de esta edición es Desaprendizajes de José Manuel Caballero Bonald. Se trata de un poemario «que interroga al lector con implacable recurrencia» y que refleja en sus versos la personalidad poética del autor, en los que imprime «un toque paródico y sarcástico». El acto lo dirige el periodista Manuel Llorente, presidente del jurado, que está encargado de presentar tanto a la obra premiada como a su autor. Tras la presentación de «Desaprendizajes» está previsto un coloquio en el que participarán J.M. Caballero Bonald, Santos Sanz Villanueva, Juan Cruz, Antonio Lucas y por último, Fernando R. Lafuente como moderador.
José Manuel Caballero Bonal suma así otro premio a su larga carrera como poeta que ha estado siempre a medio camino entre España e Iberoamérica. Una carrera prolífica marcada por la poesía y los versos, aunque con espacio también para la prosa. Una vida llena de reconocimientos a su obra que se remonta hasta el año 1952 en el que publicó su primer poemario, «Las adivinaciones» y por el que obtuvo un un accésit del Premio Adonáis. A partir de ese momento, múltiples galardones han recompensado el trabajo de Caballero Bonal, aunque el máximo reconocimiento por su carrera y obra tuvo lugar el el 29 de noviembre de 2012 cuando fue galardonado con el Premio Cervantes. Ahora, la Fundación Francisco Umbral de Majadahonda vuelve a premiar al poeta por su último trabajo, Desaprendizajes, reconociéndolo como Libro del año 2015.
Desaprendizajes, editado por Seix Barral, es un poemario que pone el «acento paródico, la subordinación sarcástica, la crítica de la cultura y de la sociedad, una ironía perceptible incluso en la sintaxis, potencian la capacidad expresiva de una poesía que disecciona paisajes y figuras de la actualidad civil, pretendiendo de ese modo desaprender lo consabido para interpretar la realidad con un nuevo lenguaje o para corregir —como afirma el propio poeta— las erratas de la historia».
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