El programa de mano del concierto religioso dado en honor del empresario Pedro Labrandero durante su funeral

MARIANA BENITO. Con un lleno apoteósico y una ausencia de representación institucional del Ayuntamiento de Majadahonda se celebró este lunes 6 de febrero (2023) a las 19:00 horas en la iglesia de Santa Catalina Mártir de Majadahonda el funeral por el empresario Don Pedro Labrandero. «Agradecemos vuestro cariño y que nos acompañéis para dar gracias por haber compartido nuestra vida con una persona tan buena, que ya está al lado de Dios nuestro Señor», había notificado la familia a sus más allegados, pero se encontró con que las muestras de afecto eran innumerables hasta el punto de llenar el templo y tener que salir los asistentes al exterior por falta de aforo. Sí asistieron conocidos representantes de la sociedad civil y del comercio de Majadahonda como Lucio de Frutos (As de Bastos), Carlos Rodríguez Gallego (antigua Ferretería La Maja), Paloma Arancibia (Asociación contra el Cáncer y Loterías del Estado), Dulce Martín, ex presidenta de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), etc…


El párroco Francisco Ruano pronunció una sentida homilía en la que destacó el carácter extremadamente laborioso de Don Pedro Labrandero y su ejemplo para su familia y el resto de la ciudad. También subió al púlpito su hija, que recordó entrañables momentos en los que su padre, ya sin apenas habla, dirigía su mirada hacia su esposa transmitiendo todo el amor que había acumulado durante tantos años de matrimonio. El acto litúrgico concluyó con el cántico de «La Muerte no es el Final«, la célebre canción compuesta por el sacerdote español Cesáreo Gabaráin Azurmendi. Fue muy comentado por algunos de los presentes el hecho de la ausencia de los concejales del Consistorio y como en el último pleno del mes de enero (2023) ni siquiera se honró su memoria, contrastando con el más que merecido recordatorio que se hizo al fallecimiento del candidato de «Más Madrid» Juan Novoa, mencionado por Cs y PSOE, o el minuto de silencio a iniciativa de PP y Vox guardado por Diego Valencia, sacristán de Algeciras fallecido por el ataque de un inmigrante marroquí perturbado mentalmente. Tampoco hizo falta que se honrara su memoria en el salón de plenos: Don Pedro Labrandero siempre mantuvo una actitud de neutralidad política y su dedicación fue siempre la empresa. Descanse en Paz este alma tan ligada a Majadahonda, cuyo apellido ennoblece y da prestigio a esta ciudad y cuyo funeral estuvo a la altura de su personalidad y de su alma.

Majadahonda Magazin