«Tras su reapertura en Majadahonda, el restaurante Buen Gusto 1999 abre su terraza de verano. Ubicado en la calle Manuel de Falla 3, en la población madrileña de Majadahonda, Buen Gusto 1999 mantiene la herencia del restaurante fundado por Wu Zhenzhong en 1999. La nueva terraza presenta capacidad para 30 personas y está pensada tanto para quienes buscan una comida informal como para los que quieren una velada especial al aire libre»

MARIANA BENITO. Dos protagonistas en la prensa gastronómica con foco en Majadahonda. La revista Hostelería informa que «tras su reapertura en Majadahonda, el restaurante Buen Gusto 1999 abre su terraza de verano. Ubicado en la calle Manuel de Falla 3, en la población madrileña de Majadahonda, Buen Gusto 1999 mantiene la herencia del restaurante fundado por Wu Zhenzhong en 1999. La nueva terraza presenta capacidad para 30 personas y está pensada tanto para quienes buscan una comida informal como para los que quieren una velada especial al aire libre. La carta, fiel a sus raíces en la cocina de la región costera de Wenzhou, rinde homenaje al mar y a la técnica. Entre las estrellas del verano destaca el buey de mar salpimentado, una receta que juega con los contrastes del dulzor del marisco y el picante suave del jengibre. Le sigue el bogavante al vapor con ajo, servido entero, jugoso, con aromas que evocan los mercados pesqueros del sur de China.

Mariana Benito

LA DECORACIÓN DEL NUEVO LOCAL COMBINA MADERAS NATURALES, ELEMENTOS DORADOS, DETALLES DE BAMBÚ Y UN AMBIENTE TRANQUILO Y FAMILIAR. No faltan las navajas con salsa de mariscos, las zamburiñas al vapor con ajo, ni los dim sum artesanales, que se elaboran cada día en cocina con masa fresca. El Kubak crujiente se sirve con salsa caliente, arroz inflado, vegetales y carne. Todo ello se puede acompañar con una selección de vinos blancos, cervezas asiáticas, té helado de jazmín o sake, ideales para maridar en los días más cálidos. La decoración del nuevo local combina maderas naturales, elementos dorados, detalles de bambú y un ambiente tranquilo y familiar. En el interior puede acoger hasta a 100 comensales«, finaliza la reseña con fecha de 29 de mayo de 2025.

Elisa Muñoz entrevista a un chef de Majadahonda

EL CHEF MAJARIEGO MICUE ha sido entrevistado por la Cadena SER y ha tenido el acierto de mencionar sus orígenes majariegos, que se remontan al Instituto María de Zayas, según un reportaje anterior publicado por MJD Magazin: «El chef Micue comienza reconociendo que esta entrevista le hace la gracia justa porque parte de encanto de su proyecto reside en que se sepa lo menos posible. Formado en los fuegos de cocineros como Santi Santamaría o Arzak, montó un restaurante en su pueblo, Majadahonda, pero decidió cambiarlo por un catering: «Iba a casa de la gente y me decían «mi espacio es pequeño» y les decía que se vinieran a casa». Así, poco a poco, de una forma casual, surgió «Micue gastro home» hace más de 10 años». Y revela su nuevo proyecto: hamburguesas a 10 euros: «El chef Micue es muy fan de la comida que se come con las manos y dice que está «cansado de las hamburgueserías de 15 euros», así que tiene otro proyecto en mente: «Voy a montar una hamburguesería, que se va a llamar Ñamer, donde las hamburguesas no superen los 10 euros». Lo primero será un local en La Latina donde se podrán recoger o pedir para casa. «No nos vamos a inventar nada. Simplemente vamos a dar buena calidad a un precio popular», resume.

ELISA MUÑOZ, PERIODISTA DE LA CADENA SER desde 2008, primero en programas como ‘La Ventana’, ‘Hoy por Hoy Madrid’ o ‘Hablar por Hablar’ y actualmente en la web donde cubre actualidad e intenta averiguar qué es el indie en ‘Fuego y Chinchetas’, titula su reportaje: «Comidas clandestinas en la casa más antigua de Madrid: no sabrás con quién compartirás mesa ni qué comerás hasta que llegues. ‘Micue gastro home’ lleva más de una década sorprendiendo a quien pasa por allí». Publicado el 23 de mayo (2025), el artículo explica que la dirección del restaurante «es un secreto hasta el último momento. Tampoco sabrás con quién compartirás mesa y el menú es una sorpresa. La casa de Micue tiene un espacio como para unas 17 personas y se resiste a cerrarla para grupos grandes: «La casa no es un privado. Yo comparto mi casa y me gusta que mi casa se comparta, que mi mesa se comparta». A partir de seis personas se puede elegir día de la comida o cena y cuando son menos él las va acoplando con otros grupos según necesidades. El menú degustación tiene un precio cerrado de 55 euros que incluye aperitivo con vino, primer y segundo plato y postre. Los comensales solo pueden decidir las bebidas, que van aparte: «Si vienes a mi casa juegas a un juego y parte de las reglas es que no sabes qué vas a comer. Sí me informo de si hay alguna alergia, alguna cosa así a tener en cuenta para adaptar el menú, para que toda la gente que venga este esté a gusto pueda comerlo», aclara.

Micue suele contar que montó un restaurante en su pueblo, Majadahonda, pero decidió cambiarlo por un catering: «Iba a casa de la gente y me decían «mi espacio es pequeño» y les decía que se vinieran a casa»

«MICUE GASTRO HOME» FUNCIONA PRINCIPALMENTE CON EL «BOCA A BOCA». No es fácil encontrar el teléfono en internet y la forma de contactar más accesible es un mensaje en Instagram, donde muestra el interior de su casa, manteniendo el secreto sobre su ubicación. Esta una vivienda con historia. Pertenece al reducido grupo de las llamadas ‘casas a la malicia’ que quedan en Madrid: cuando Felipe II decidió trasladar la Corte a la capital en el siglo XVI, necesitaba alojamiento para sus funcionarios y obligó a los madrileños con casas de más de un piso a cederles parte de la vivienda. Para esquivar la medida, se empezaron a construir casas con ventanas en lugares desordenados, para que desde fuera no se tuviera clara la distribución. Una historia que Micue suele contar en esas comidas: «Forma parte un poco de la experiencia. Mi casa es la casa más antigua de Madrid. Al comienzo presento el espacio y también me da pie a contar qué van a comer, que hasta ese momento nadie lo sabe», añade el reportaje de Elisa Muñoz.

En casa del chef de Majadahonda: «Me faltaba el pan y la mesa no estaba puesta y le dije a Marron y a otro amigo «chicos, tenéis que hacerme un favor». Y allí que se pusieron a servir ante la perplejidad de los invitados, a los que les sonaba su cara: «Marron decía «es que en la tele no se paga muy bien, Micue paga mejor». Todavía recuerda también el primer día que Andrés Calamaro, que también es vecino, fue a su casa: Muy fan de él con 20 años o así y ahora es íntimo».

EL DÍA QUE MARRON, DE «EL HORMIGUERO», FUE CAMARERO: En la comunidad de ñamers —como llama a sus invitados— hay muchos famosos. Algunos eran conocidos de antes y otros se han convertido en amigos gracias al proyecto. Los chicos de Pantomima Full, Héctor de Miguel, Amparanoia, Dani Rovira, el productor Ricky Falkner, Ernesto Alterio, La Bien Querida… son algunos de los rostros que se ven en sus redes sociales, algunos de forma recurrente. Marron, de El Hormiguero, ha sido su vecino hasta hace poco y recuerda una anécdota divertida con él. Unos clientes estaban en la puerta de su casa y él en una exposición, convencido de que esa cena era al día siguiente. Menos mal que lo tenía casi todo ya preparado: «Me faltaba el pan y la mesa no estaba puesta y le dije a Marron y a otro amigo «chicos, tenéis que hacerme un favor». Y allí que se pusieron a servir ante la perplejidad de los invitados, a los que les sonaba su cara: «Marron decía «es que en la tele no se paga muy bien, Micue paga mejor». Todavía recuerda también el primer día que Andrés Calamaro, que también es vecino, fue a su casa: Muy fan de él con 20 años o así y ahora es íntimo».

ENCUENTROS QUE A VECES ACABAN CON MÚSICA: «Cada comida o cena es diferente. Dependiendo de los comensales se generan distintas dinámicas, diferentes conversaciones y fluyen unas cosas u otras. Puedes ir dos veces a Micue gastro home y que la experiencia sea totalmente diferente. «Yo siempre digo que viajo sin salir de casa porque aprendo mucho. Al final, en la sobremesa, me siento con la gente. Rompo esa cuarta pared desde un restaurante». El comedor está presidido por un gran cuadro de Bob Dylan y alrededor hay dos contrabajos, un piano y muchas guitarras. La otra pasión de Micue es la música y no es raro que se acabe cantando en la sobremesa: «Hay veces que faltan guitarras y todo. Simplemente cuando sucede, sucede», finaliza Micue en el reportaje de Elisa Muñoz.

Majadahonda Magazin