GREGORIO Mª CALLEJO. Desde el militar orden de una trinchera, el Rayo Majadahonda sacó un punto valiosísimo en un estadio lleno hasta la bandera. Sin Fede Varela y con Enzo Zidane en su habitual nivel de intermitencia, los Rafa, Verdes, Verza, Iza, Aitor…construyeron a golpe de pala un punto que puede ser determinante a final de la temporada. El planteamiento inicial fue tan valiente como siempre: si el Extremadura pretendía acogotar al Rayo con un ambiente infernal y una salida fulgurante, el Majadahonda respondía con una alineación con tres delanteros y un medio de campo más descubierto, apoyado por la largueza de los laterales. No obstante, el Extremadura comenzó avasallando con un juego directo y veloz que generó las primeras ocasiones. Tras capear este primer temporal, Rafa pudo abrir el marcador tras una mala salida del meta extremeño. A partir de ahí los de Almendralejo intentaron transiciones más directas que el Rayo contenía con el buen trabajo de la defensa.


Gregorio Mª Callejo

Movidos por Verza, destacaba el trabajó en la retaguardia y la brega habitual de Aitor Ruibal en la delantera. Aitor empieza consolidarse como uno de los jugadores más carismáticos del equipo. Recibido al principio con cierto escepticismo, su carácter luchador, sus goles y la inagotable fe que tiene en sus posibilidades le han convertido en un ídolo entre los aficionados. Por lo demás, tiene que soportar ser torturado cada domingo. Buen protector de los balones aéreos, es sometido constantemente a placajes policiales en los que parece que lo siguiente que le va a hacer la defensa contraria va a ser colocarle unas esposas y leerle sus derechos. Como dijo en las redes sociales un aficionado «el otro Aitor (el defensa extremeño) va a soñar con él». Se pegó una paliza descomunal y dio y recibió por todas partes. Tras el golazo de los extremeños, Iriondo puso orden y sacó a Óscar por Enzo. Una especie de «con las cosas de comer no se juega». Tocaba atacar y garantizar la parte de atrás con el habitual nivel de robo de balones de Óscar.

La salida de Héctor configuró la nueva delantera, que trabajó ordenadamente, sin prisas alocadas pero buscando cualquier posibilidad de gol. El golazo de Héctor (un cabezazo violentísimo con toda la intención, colocado con precisión de ingeniero en la base de poste) recondujo el partido a una igualdad en la que cualquiera de los dos equipos pudo llevarse el partido con un zarpazo. Ya empieza a ser un lugar común destacar el partido de nuestro «verso libre». Pero es que lo de Iza empieza a ser escandaloso. Brillante, a veces anárquico, rápido, clarividente, luchador… se ha convertido en insustituible. Entró Aristóteles y dejó una esperanzadora tarjeta de visita. Corpulencia, buen manejo del juego (quizás un tanto lento), un disparo con criterio y la sensación de poder ser un excelente apoyo para Óscar y Verza. Y así , con el tempo final que quiso poner Aris y con un susto de última hora, el Rayo mató el partido sacado un punto sufrido, conseguido golpe a golpe y que puede ser decisivo.

EL EMPATE DEJA «TOCADO» AL EXTREMADURA. El periodista Rodrigo Morán cuenta en «El Periódico de Extremadura» que «todavía escuece el gatillazo del Extremadura el pasado sábado en el Francisco de la Hera ante el Rayo Majadahonda. Con once mil espectadores alentando a los azulgranas, el cuadro de Rodri fue incapaz de superar a un rival directo en la lucha por la permanencia y que podría haber dejado a solo un punto en caso de una victoria que terminó escapándose en los últimos minutos. El empate, que paradójicamente ha dejado al Extremadura a tres puntos de la salvación (uno menos que al inicio de la jornada), no ha satisfecho a la grada, hastiada de ver cómo vuelan semana tras semana los puntos del Francisco de la Hera. El trabajo de Rodri desde que llegó al banquillo de Almendralejo ha sido incuestionable. El preparador catalán convirtió al plantel en un equipo competitivo, cerró la sangría de goles en contra y supo encadenar resultados positivos. Pero las cifras no son del todo buenas. El hecho de haber logrado un triunfo en los últimos diez partidos y de acumular siete jornadas metido en descenso está minando la moral de una afición que no comulgó el pasado fin de semana con algunas decisiones del técnico».

«Por primera vez desde que llegó al Extremadura, Rodri empieza a estar cuestionado. No tanto por sus métodos y su forma de trabajar, sino por los resultados. Los cambios efectuados durante el encuentro ante el Rayo Majadahonda fueron la gota que colmó el vaso de la paciencia de la grada. Después del empate, Rodri cambió a Perea, que estaba siendo el mejor, y esto no lo entendió la afición. El técnico buscaba más frescura, aunque el jugador admitía en zona mixta que no estaba cansado. En ataque, el Extremadura mejoró en la elaboración de oportunidades, pero le faltó mucha definición. Desde que llegó al banquillo, Rodri ha logrado 14 puntos en 12 partidos, es decir, un 39% de los puntos. Sus cifras mejoran todavía a las de Sabas, que hizo 9 en 13 partidos (23%), pero todavía con esos guarismos al Extremadura no le vale para respirar. Otro aspecto que se le ha cuestionado al entrenador es la suplencia de hombres que habían sido importantes y que, de un plumazo, desaparecieron del once como Alex Díez o Pardo, quienes se reivindicaron con buenos partidos ante el Rayo Majadahonda», concluye el analista. Leer más.

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